Pence honra juramento a la Constitución

MA/13 de January de 2021/01:29 a. m.

oscar lanza rosales
olanza15@hotmail.com

Sobre este vandálico acto contra ese palacio público de Washington -que ha representado por más de dos siglos el templo de la democracia del mundo- he leído casi todo lo que ha reportado, y sus columnas de opinión, el prestigiado diario The New York Times, cuyo debate de lo que sucedió antes, durante y después del pasado 6 de enero, en que se dio el penoso bochinche -como decimos los hondureños- para mí ha sido muy enriquecedor conocer a fondo los entretelones de ese bochornoso incidente en la capital estadounidense, y que quiero compartir con ustedes.

En primer lugar, debo decir que el Capitolio es donde sesionan y tienen sus oficinas los 435 congresistas y 100 senadores de Estados Unidos, un lugar sagrado desde el punto de vista político para los habitantes de ese gran país, en cuyo lugar estaba programado, el pasado 6 de enero realizar una sesión conjunta el Congreso y el Senado para certificar los votos de los 50 colegios electorales de la unión americana, para determinar el ganador de las últimas elecciones presidenciales entre Donald Trump de los republicanos y Joe Biden de los demócratas.
Como esa sesión conjunta la iban a presidir Nancy Pelosi, presidente del Congreso y Mike Pence, el vicepresidente y presidente del Senado, a quien el presidente Trump lo estaba presionando para que objetara esa elección y presentara las pruebas -que no se conocen- por el fraude, que según él, habían cometido los demócratas para alzarse con la victoria, todos los estadounidenses y el mundo entero estábamos a la expectativa qué iba a pasar ese día, asumiendo que el vicepresidente Pence era la persona de mayor confianza del presidente Trump, quien públicamente declaró: “Espero que Mike Pence nos apoye, tengo que decírselo”. Añadió: “Por supuesto, si no lo logra, no estaré contento”, antes de decir que Pence le caía muy bien.

Los periodistas Annie Karni y Maggie Haberman hicieron un artículo bajo el título de: “El dilema de Pence: entre la Constitución y su jefe”, comentando que Pence siempre había jugado un papel de defensor implacable del presidente y evitando al máximo, cualquier distanciamiento entre ellos. Agregando que en un gobierno en el que había habido mucha rotación de personal por desacuerdos con el presidente Trump -cuatro jefes de personal, cuatro asesores de seguridad nacional y cuatro secretarios de prensa- “la única jugada de Pence sería ser leal, servil y solidario hasta el último minuto en que fuera su vicepresidente”, como lo juzgaba Michael Feldman, un exasesor político en comunicaciones de los demócratas.

Después que desalojaron a los manifestantes que atropellaron el Capitolio, se reanudó la sesión conjunta de congresistas y senadores, solidarizando republicanos y demócratas, para denunciar la violencia y expresar su voluntad de llevar a cabo lo que llamaron un sagrado deber constitucional, de certificar los resultados de los colegios electorales.

Con las palabras introductorias de Pence – rompiendo con su lealtad a Trump- al manifestar: “Para aquellos que causaron estragos hoy en nuestro Capitolio: Ustedes no ganaron”. Agregando: “La violencia nunca gana. La libertad gana. Y esta todavía es la casa del pueblo”.
Acto seguido se declaró a Joe Biden, ganador de las elecciones 2020 con 306 votos, frente a Donald Trump con 232.

Pence justificó su actuación de no poder hacer lo que el presidente Trump quería, mediante una carta, que en su parte medular expresa lo siguiente: “Conferir al vicepresidente una autoridad unilateral para decidir las contiendas presidenciales sería completamente antiético” al diseño constitucional.
Y agregó: “Creo que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me limita al momento de reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”. “Hace cuatro años, rodeado de mi familia, hice un juramento de apoyar y defender la Constitución, que terminó con las palabras ‘Dios mío, ayúdame'”.

El comentario del enfurecido presidente Trump por la actuación de su vicepresidente fue “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debía para proteger nuestro país y nuestra Constitución”.
Esta acción patriótica y ejemplar del vicepresidente Pence, se gana el reconocimiento de sus conciudadanos y de los demócratas del mundo y lo posicionan como un potencial candidato a la presidencia de su país en los próximos años, al demostrar que su lealtad como servidor público es con la Constitución y no con intereses infames de ambiciones de poder de su jefe.

Mike Pence: “Un verdadero estadista que prefirió romper con su jefe, a dejar de cumplir su juramento con la Constitución de su país”.