El presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), Josué Orellana, detalló que hace unos cuatro meses afortunadamente no muere una enfermera auxiliar, gracias a la vacunación contra el COVID-19.
Señaló que “se me llena la boca al mencionar esto porque en el pasado murieron 52 compañeros, es decir, son 52 hogares que quedaron sin héroes y heroínas, quienes fallecieron en la primera línea de batalla”.
“De manera que como no estar felices con esta situación que está sucediendo, pero nosotros en lugar de cruzarnos de brazos y decir que todo está muy bien seguimos trabajando”, indicó Orellana.
Al tiempo que destacó que entre sus principales objetivos es que sus agremiados estén protegidos, pero lamentablemente en algunos hospitales se les sigue entregando cuatro mascarillas para el mes.
“No obstante, en los países del primer mundo como Estados Unidos ya están considerando la posibilidad de aplicar una tercera vacuna como refuerzo en contra del COVID-19”, señaló.
La ANEEAH establece que más de 911 agremiados se han reinfectado y 203 se han reinfectado tres veces, mientras realizan su trabajo de atención al pueblo hondureño.