El plástico en el mar Caribe

MA/26 de October de 2021/12:28 a. m.

Rafael Delgado Elvir

Se ha repetido infinidad de veces: la crisis ambiental es global con efectos severos para todos. Como evidencia de ello tenemos la descontrolada emisión de gases tóxicos que se despiden de inmensas chimeneas industriales; aguas contaminadas cayendo en las fuentes; la acumulación creciente de basura de todo tipo sobre el suelo y el agua. Además de lo anterior, cada vez más se presentan evidencias del daño a los recursos naturales y el mismo ser humano por actividades y procesos que parecieran normales, pero que veladamente actúan perjudicialmente. Prácticamente ningún rincón de la tierra está exento de esas fuentes de contaminación. Todos estamos en el mismo barco, enfrentando el mismo destino.

En Honduras y Centroamérica ya tiempos se manifiesta esta crisis ambiental. La depredación de los bosques, el agua y los demás recursos valiosos son variables que iniciaron y tomaron su propia dinámica destructiva, pese a las constantes alertas que se dieron. Con paso firme los bosques en los cuatro puntos cardinales del país han ido desapareciendo y los ríos han ido disminuyendo su caudal. Lo anterior, aunado a los factores de otras latitudes del resto del planeta, se ha ensañado contra todos, pero en especial contra los más pobres y vulnerables que ahora pagan las consecuencias de las altas temperaturas, las cosechas mermadas y el consumo de alimentos contaminados.

Particularmente el uso excesivo de los plásticos ha surgido como otro gran problema dentro de la crisis ambiental. Su producción y consumo ya superó la barrera de lo tolerable y las consecuencias de esta contaminación está generando costos incalculables. En especial en las ciudades y en todas las áreas rurales de Honduras se observan los restos plásticos de lo que fueron envases y bolsas dispersas por cualquier lugar. Los ríos y las aguas del mar Caribe se han convertido en el lugar donde encuentran su destino toneladas de plásticos. Evidentemente que todo esto implica un daño sistemático, en ocasiones irreversibles a la vida del ser humano y los animales.

Hace mucho tiempo llegó la hora de hacer cosas sustancialmente diferentes en Honduras. Desde las empresas deben implementarse medidas dirigidas a convertir los procesos industriales en un círculo, donde los desechos generados regresen para su reutilización como materia prima. Las propuestas de generar iniciativas mercantiles rentables de recolección de desechos son una solución que aportará sustancialmente si las industrias que utilizan ese recurso también se unen a la iniciativa de comprarla a precios que cubran costos y generen ganancias para los involucrados. Así irá surgiendo una diversidad de empresas y empleos que podrán captar todos los desechos y prepararlos para su reutilización por parte de otras industrias.

Para los consumidores debe de existir más educación sobre este tema para así tomar conciencia sobre el consumo excesivo de productos con plástico; sobre las consecuencias de su eliminación por la vía sencilla de tirarlo a la basura o la calle. Consumidores educados pueden enviar también señales claras a las empresas que no han querido asumir los nuevos retos del planeta. La escuela y la universidad juegan un papel sumamente importante en crear esos hábitos congruentes con un ambiente sano mediante la incorporación de este tema en los planes de estudio, no solamente para su estudio sino para cambiar hábitos y actitudes, así como generar ideas que puedan convertirse posteriormente en emprendimientos.

Es importante que las municipalidades estén en sintonía y asuman el liderazgo en el combate a la contaminación del plástico en cada localidad. Estas pueden identificar y unir actores claves que se articulen alrededor de proyectos de sensibilización, iniciativas de recolección y de reciclaje; generar también incentivos para los empresarios que demuestren liderazgo ambiental y creen empleo alrededor de la recolección y el reciclaje.
En ocasiones nos sentimos optimistas por el dinamismo de algunas respuestas. En otras ocasiones los efectos catastróficos nos despiertan indicándonos que todavía se hace muy poco. En esto de la contaminación del ambiente y sus consecuencias se trata de pequeños, pero innumerables acciones coordinadas desde cada rincón de la tierra.