Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
En mi transición de adolescente a joven adulto la influencia de Víctor Meza fue importante para mi formación intelectual. Tanto, que fue con Guillermo Molina Chocano, quienes me dieron la luz para decidir estudiar sociología. Ambos intelectuales forman parte de mi memoria y son forjadores de mi despegue profesional, sin olvidar a mi querido amigo Marco Tulio Bertrand Anduray (Petro) como cariñosamente le decíamos, quien también influyó en mi formación como sociólogo.
En aquellos tiempos en que imperaba la dictadura militar, muchos jóvenes, optamos por oponernos al régimen militar y buscar formación ideología que sustentase nuestros motivos políticos. Mi primer contacto con Víctor fue al escucharle dar una clase en la Facultad de Economía, a los estudiantes de primer año. Su plante como catedrático me impresionó y la solidez de sus explicaciones sobre el tema que exponía aún más. Recuerdo que al final de la clase un estudiante le preguntó por el libro que había escrito sobre las bananeras. El cual conseguí y lo leí con interés. A partir de entonces procuré acercármele para conocerlo y adquirir conocimiento político.
Puedo decir que Víctor fue un intelectual muy versado en el enfoque dialéctico histórico materialista. Sus posturas militantes siempre fueron críticas y no dudaba hacerlas de frente ante los dirigentes comunistas que en ese entonces dirigían este partido en la clandestinidad. Muy versado en el conocimiento de los escritos de Trotsky, Rosa Luxemburgo y otros militantes comunistas opositores al estalinismo que imperaba.
Empero, lo que me motiva a escribir de él fue la calidad humana que tuvo en su trato conmigo. Siempre gentil, respetuoso y educado. Las pocas veces que interactuamos para escuchar sus posturas, me impresionaron la calidad y profundidad de sus conocimientos filosófico políticos y la agudeza para interpretar los asuntos políticos coyunturales. Fue con el que pude sincerarme del porqué había decidido ser militante del Partido Nacional y no seguir el marxismo ni tampoco ser miembro del partido comunista. Cuestión que supo entender y aconsejarme. Desde entonces, siempre reconocí en él, a un intelectual marxista de avanzada y democrático aun cuando los dirigentes comunistas eran de una línea dura y varios de ellos lo cuestionaban.
Lo admiré siempre. Y le puse atención a sus escritos políticos porque definitivamente eran muy agudos y certeros. Obviamente, fue un escritor prolijo y seguramente deja una importante riqueza documental que, podrán leer quienes tengan interés en conocer su pensamiento crítico. Fue de sus escritos que obtuve la expresión que uso en mis artículos para el Diario LA TRIBUNA “hoy por hoy”, y coincidimos casi simultáneamente en que, no es lo mismo “poder del Estado” que “poder del gobierno”, en alusión al triunfo de libre y el control del gobierno.
Casado con Leticia Salomón, socióloga destacada en los círculos intelectuales académicos y de importancia pública, fue su alma gemela que, en las buenas y en las malas, estuvo a su lado y compartieron una carrera intelectual plena y llena de resultados importantes, para entender el proceso político y la realidad de Honduras.
Sin duda alguna, Víctor Meza será recordado por todos aquellos intelectuales que le conocimos y apreciábamos sus escritos y contribuciones analíticas sobre nuestra sociedad política. Un intelectual polémico pero acertado en sus interpretaciones. Con un estilo narrativo peculiar para criticar los asuntos coyunturales políticos.
A su esposa Leticia y sus hijos mi fraterna condolencia y solidaridad.
mesm1952@yahoo.es