Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Sin realizar una unión preelectoral, los partidos y movimientos opositores de la derecha democrática, probablemente pierdan las elecciones generales frente al Partido Libre que controla y conduce la dominación política socialista, a través del gobierno refundacional. La necesidad de impulsar y establecer una alianza estratégica surge debido a que existe una globalización de la izquierda latinoamericana, la cual incide en el Partido Libre y lo hace ser sumamente competitivo electoralmente. Ninguno de los partidos de la derecha democrática por sí mismos gana las elecciones generales. Asociarse para alcanzar un fin político concreto, puede lograr crear condiciones de lucha política favorables para vencer al Partido Libre. Una alianza política entre partidos y movimientos opositores al poder socialista, es sencillamente indispensable.
Realizar la alianza electoral aumenta las posibilidades de triunfo de la derecha democrática, porque puede atraer más votos del segmento abstencionista o mayoritario y la suma de estos hace más factible la victoria. Obviamente, las condiciones para formalizar una alianza, implican la concertación de intereses que sean susceptibles de transformarse para facilitar una convergencia en la acción. Y es en este punto que “la mula bota a Genaro”.
La alianza para vencer al Partido Libre, significa enfrentar frontalmente el sistema botín que la sociedad política tradicional defiende desde tiempos pretéritos, cuyo fin es el de acumular riqueza ilícita y enriquecerse a través del control del poder. Se trata de aliarse para obtener una victoria que asegure la eliminación del Estado botín que se logra al conquistar el poder.
Es vital establecer acuerdos basado en propósitos que den primacía a los principios éticos y morales que aseguren la cohesión ideológica, para que la alianza, sea fructífera y se pueda vencer a los socialistas, con planteamientos y acciones que demuestren un nuevo liderazgo, cimentado en bases morales auténticas y distintas a las viciadas que están imperando en la sociedad política tradicional fallida que actualmente impera en Honduras.
Hay que impulsar alianzas tiene afirmativas y con alcances positivos para la ciudadanía, basarse en aceptar propósitos de carácter éticos y morales tendientes a atacar malformaciones funcionales que prevalecen en las cúpulas de las organizaciones partidarias de la derecha, porque éstas apoyan acciones táctico políticas de abuso de poder o de sobornos políticos en las que acuerdan o aceptan, que el gobierno y el coordinador del Partido Libre, impongan el control absoluto del Poder Legislativo y del Poder Judicial. Favoreciendo con ello, el establecimiento del absolutismo y la dictadura del Partido Libre y del Estado.
La valorización de los anhelos de las bases sociales mayoritarias que proclaman la democracia y la prosperidad económica, es la premisa básica a tomar en cuenta. Cualquier intento de alianza entre los partidos que se oponen a la dominación socialista, tienen que darse alrededor de objetivos que ataquen, el manejo corrupto del Estado y la imposición de la dictadura de partido para desarrollar la sociedad. Actualmente en la arena política, tanto las cúpulas políticas de la izquierda como de la derecha, coinciden en sostener el Estado botín, porque beneficia a los intereses particulares de ambas elites, cuya incidencia política en la sociedad, es considerable.