HOY, MAÑANA Y DESPUÉS

OM
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19 de marzo de 2020
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12:50 am
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HOY, MAÑANA Y DESPUÉS

CAPITALINOS Y EL AEROPUERTOLO DOMÉSTICO Y LA SOLIDARIDAD

CUANDO José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad del insomnio, y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ciénaga”. “Fue así como les quitaron a los chivos las campanitas que los árabes cambiaban por guacamayas, y se pusieron a la entrada del pueblo a disposición de quienes desatendían los consejos y súplicas de los centinelas e insistían en visitar la población”. “Todos los forasteros que por aquel tiempo recorrían las calles de Macondo tenían que hacer sonar su campanita para que los enfermos supieran que estaban sanos”. “No se les permitía comer ni beber nada durante su estancia, pues no había duda de que la enfermedad solo se transmitía por la boca, y todas las cosas de comer y de beber estaban contaminadas por el insomnio”. “En esa forma se mantuvo la peste circunscrita al perímetro de la población”. “Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”.

(La cita anterior tomada del único libro que quizás algunos hojearon, en esta sociedad líquida de las superficialidades –de las “chatarras de los chats”, los tuiteros de mensajes agresivos contra enemigos, los “facebookeros” del “fake news”, los “nadies” desapercibidos implorando que les presten atención en sus burbujas de soledad, y los adictos de las redes sociales– conspirando para hacer desaparecer el buen hábito de la lectura). Ahora al toro por los cuernos. Se requiere sabiduría para lidiar con la emergencia; no improvisar medidas que puedan tener efecto bumerang y prepararse para el efecto duro que sufre la población y la economía. Hacer algo de lo que se hizo cuando aquel infame huracán destartaló la geografía nacional. Diseñar un plan consistente y una estrategia integral de recuperación, con diagnóstico, efectos, necesidades, desafíos y compromisos. Hacer ya pedido de alivio al FMI, suspensión de exigencias y solicitud de fondos de emergencia e inyección de recursos de las aves agoreras. Créditos para financiamiento de importaciones sin afectar reservas. No perder la confianza nacional e internacional es imprescindible. Cuidar no acelerar el ritmo de deslizamiento de la moneda. Completa transparencia de las acciones mediante colaboración y monitoreo del G-17 y comunidad internacional. Consensuar con el sistema financiero la normalidad de la atención y servicios al público, revisando encajes, la TPM del Banco Central, la disponibilidad de efectivo de los bancos, reduciendo al mínimo el costo del dinero.

HOY, MAÑANA Y DESPUÉS

Gestión inmediata para obtener la suspensión de pagos de deuda y servicio de la deuda. Readecuación de deudas a sectores productivos y recursos para rehabilitación. Priorizar mecanismo al sector caficultor expansivo a todo el sector agropecuario. Quitar trabas a las empresas y eliminar burocracia en trámites y gestiones para atraer inversión y generar empleo. Entre otros objetivos que se fijaron: Asegurarse mantener fuerte y solida a la gran empresa para generar un efecto de cascada –y choreo hacia abajo– al resto de los sectores económicos.

Poner en efecto las medidas acordadas en forma simultáneas y monitorear su efecto luego, para ir eliminando, poco a poco, mientras se retorna a la normalidad. Esta es crisis mundial, así que hay que estar consciente que habrá poca ayuda de afuera, excepto multilaterales. Las medidas tuvieron 3 pilares. 1. Cambios regulatorios 2. Política monetaria y liquidez 3. Medidas de estimulación de la economía y evitar la pérdida de empleos. Con la caída de precios del crudo, es para ayer no para mañana la compra de “forwards de petróleo a precios de $24, para energía eléctrica y gasolinas. No es cosa de percibirlo como que el sector público le hace favores al sector privado, sino que hay que ver el país como un todo, como una alianza para proteger empleos y la economía. Obtener asesoría de los que saben. Compensar a las familias la caída en ingresos por remesas. La actitud es ver todo sector productivo como aliado no como contrario. Hay un sector formal e informal. Evitar la desocupación a toda costa. Costo de salarios para evitar despidos, deducible del ISR. Bancos deben apoyar con liquidez y el Banco Central auxiliarlos. Privilegiar el empleo local. Prohibir compras gubernamentales al exterior de lo que se consigue localmente. Que las exoneraciones para maquilas solo sean de lo esencial y lo demás lo compren en el mercado local. Poner restricciones a lo que mandan a traer afuera que perfectamente se pueden elaborar en el país. Montar centros de apoyo y acopio para proveer alimentos (Banasupro) para sostener estás personas –bajo un régimen diferenciado– mientras pasa la crisis. Esto a vuelo de pájaro. Hay suficiente para el hoy, el mañana y después, pero se agotó el espacio.

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