Rectificamos o pereceremos

MA
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2 de junio de 2020
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12:24 am
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Rectificamos o pereceremos

Juan Ramon Martínez

Después de 79 días de “cuarentena” hay que evaluar resultados. El objetivo fue salvar vidas. En forma equivocada se creyó que solo la defendían los médicos. El gobierno reacciono rápido; pero atrapado en un dilema falso: sanidad y economía, cuando ambas cosas son integrales. Se inclinó por el consejo de los médicos. Privilegio sanidad y, creyó que así se fortalecía políticamente. Usando el miedo, convenció a la población del peligro mortal y que debíamos encerrarnos. Distanciándonos. Y para que el miedo fuera sostenible, se hicieron predicciones sin sustentación, obligándonos a manejar una visión lineal de la problemática que no corresponde con la realidad. Se repitió que había que aplanar la curva –concepto ridiculizado por Quintín Soriano– para después, ocuparnos de lo económico y de la defensa del sistema democrático. Y el liderazgo de los médicos, no fue el mejor. Obedecieron, con ánimo colonizado, a protocolos de la OMS, no probados sino con nuestros muertos. Por ello, en vez de manejar las cosas simultáneamente, dejamos que los médicos nos dijeran lo que pasaría. Que no ocurrió. Y paralizamos la economía, –excepto el sector primario que obedece a los veranos y menos la economía subterránea, que ha reaccionado de acuerdo a sus reglas–, con fórmulas creativas que hay que estudiar. Pero lo peor es que los políticos, en vez de participar activamente, dejaron solo al gobierno, para que cometiera errores, en el entendido que el fracaso suyo –llevándose de encuentro a toda Honduras– era su seguro éxito en las próximas elecciones. Es decir que lo peor que se ha hecho es que se ha mentido: unos por miedo; otros por ignorancia. Y no pocos por maldad. Mientras la sociedad civil ha desaparecido, los opositores han dejado de ser alternativa y el único que aparentemente se ha fortalecido es el gobierno, lo que puede ser fuente de confrontaciones y enconos que nos lleven a una nueva crisis.

El miedo es reacción ante el peligro. Dura hasta que se identifica el riesgo. Y se determina cómo reaccionar. Aunque nadie sabía la dimensión del peligro, se sobredimensionaron las cosas y se creó un clima de engañoso dominio político de la población. Al principio se dijo que los vulnerables éramos los viejos. Los jóvenes más agresivos se las han arreglado para salir a la calle, poniendo la mayoría de los muertos. Pero además perdiendo el miedo que puede animarlos al reto a las autoridades y a las formas correctas del comportamiento político. Las ciudades mayores y congestionadas, seguirán siendo vulnerables. El sector rural, más abierto, ha demostrado mayor fortaleza. El gobierno en cambio, por el uso de los medios en forma repetitiva, se volvió común y nos acostumbró al miedo. De forma que, cuando entramos a la reactivación económica, la vulnerabilidad de la población es mayor. Y, además, se ha creado un clima de dependencia, confiando que JOH, con su estilo omnipresente; que sabe todo, y que resuelve todo, podrá como hasta ahora, enfrentar a todos los dragones, por muy grandes que sean.

Esta dependencia emocional, puede afectar a su gobierno, porque la población le pedirá más de lo que pueda satisfacer, provocando disgustos, reclamos e incluso acciones que desestabilicen al país. JOH es trabajador y dedicado. Pero el problema es más grave que sus arrestos. Y como su liderazgo es solitario, –con los demás políticos deseando que se lo coman las fieras–, la institucionalidad democrática puede verse muy comprometida. El PN debió aprovechar la oportunidad para exhibir sus líderes de recambio. Como la oposición, mostrar que los suyos ofrecen algo mejor. Por ello, nos preocupa la salud democrática que, frente a nuevos rebrotes sanitarios, los políticos en vez de actuar unidos, en un frente por Honduras, otra vez le hagan el vacío a la situación. El Congreso Nacional, que representa al pueblo –aunque el Ejecutivo lo sirva– debe mostrar mayor dinamismo, a partir del concepto que, la cooperación entre los poderes del Estado, es la base de la fortaleza nacional.

Es fácil como dice Elsa Palau, “que si falla la reapertura económica, la culpa será de los trabajadores”. Pero será irresponsable que la oposición, hiciera lo mismo con JOH, solo con la finalidad de ganar una elección, en donde solo cambiarán las caras, los estilos y el color de las gallinas, regaladas a los electores.

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