Mezquindad en el IHSS

MA
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12 de enero de 2021
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12:58 am
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Mezquindad en el IHSS

Adiós 2020

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

En una actitud mezquina los directivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) han suspendido, sin explicación alguna, los raquíticos alimentos y el deficiente transporte brindado por convenio colectivo a sus trabajadores, especialmente los del área médica.

La suspensión de estos beneficios, logrados a lo largo del tiempo, se realiza desde el 31 de diciembre del 2020, creando un malestar justificado, especialmente entre el personal de enfermería que lleva toda la carga de atención de los pacientes internos y de áreas críticas, ambulatorias y que nunca se abandonan; aunque el sindicato respectivo inicie movimientos de protesta en medio de negociaciones para el mantenimiento de las conquistas laborales en pro de un mejor estatus institucional, como corresponde al profesional universitario, médicos y licenciadas en enfermería, microbiólogos y otros especialistas en diversas ramas de la salud, el personal auxiliar de enfermería, camilleros, vigilantes y aseadoras.

Todo el personal del IHSS en servicio se queja de que en este tiempo de pandemia trabaja con las uñas y muchos han confrontado infecciones por coronavirus COVID-19; en varios de los casos la enfermedad ha resultado letal, por lo que las bajas son numerosas y el personal existente espera con ansiedad la llegada de la compra anunciada de la vacuna inglesa de AstraZeneca, con la esperanza de que la misma sea eficaz y eficiente contra las dos sepas del virus detectadas hasta ahora.

El personal del IHSS en áreas críticas han comentado a sus pacientes, que de no resolverse en un tiempo prudencial, a su favor las negociaciones que el sindicato de la institución sostiene con la junta interventora y otras autoridades, tendrán que tomar estrategias pertinentes y que signifiquen presión, no solo gremial sino también de los derechohabientes, que son sus pacientes y que también condenan la mezquindad contra un personal que hace turnos las 24 horas del día, 7 días de la semana, durante los 365 días del año.
Muchos del personal de enfermería abandona labores en las áreas críticas entre 10 y 11 de la noche, desplazándose desde su centro de trabajo hacia sus viviendas, pagando taxi o en motocicletas que algunos de sus familiares poseen y muchos de ellos habitan en zonas denominadas calientes, por el alto índice de criminalidad que se da en ellas, y otros residen en zonas rurales aledañas a la ciudad.

El IHSS cuenta con autobuses bien identificados para el transporte de su personal, unidades que llegan a las comunidades donde residen enfermeras y otros trabajadores por lo menos hasta las postas policiales, porque tampoco es que van a dejar a sus pasajeros a las puertas de sus viviendas, y los mismos se las arreglan con los maleantes de la localidad para que no les hagan daño.

La inconformidad y enojo del personal hospitalario es de tal magnitud, que se refleja muy acentuadamente en su trabajo diario, especialmente en las áreas críticas, donde también hay que lidiar con el mal carácter de algunos pacientes, a los que hay que explicar el porqué de la deficiencia en algún trato, que incluye la falta de medicamentos y otros materiales decisivos en su tratamiento, el cual es a diario o alternado 3 veces a la semana.
A este malestar del personal hay que agregar la escasez de medicamentos vitales y el mal trato de los encargados del área de farmacia, que muy malcriadamente se niegan a entregar a pacientes y familiares de ellos algunas medicinas, porque dicen que no las han recetado especialistas, sino médicos generales y que las mismas además del uso delicado son caras, como si el paciente se ha inventado la receta o tiene acceso al equipo de computación, donde se registran los medicamentos que los médicos que les auscultan consideran necesarios para mantener o conseguir la salud del derechohabiente que les consulta.

Muchos de esos medicamentos que los encargados de farmacia se niegan a entregar, aun contra receta y el registro de cómputo respectivo, son vitales para el sostenimiento hematológico y de otros elementos del organismo, si son aplicados en tiempo y forma, y cualquier retraso en la entrega de los mismos produce atrasos en el tratamiento indicado por los médicos y no necesariamente por especialistas, con los que es difícil conseguir una cita, aparte de que aunque caros se consiguen fácilmente en las farmacias comerciales.

Quizás por todas estas anomalías los derechohabientes del IHSS y los trabajadores del mismo, incluyendo el personal médico, demandan la salida de la junta interventora, conformada por los abogados Vilma Morales y Germán Leitzelar, porque el Instituto Hondureño de Seguridad Social no ha mejorado su atención a sus derechohabientes y exigen su salida inmediata de la institución y el nombramiento, según la ley, de una junta directiva tripartita: gobierno, trabajadores y empresarios, que dirija no solo la parte administrativa, sino que también le ponga atención al área médica y que lo haga con transparencia, honradez y visión futurista.

Esperemos que en primera instancia se termine la actitud mezquina y se devuelva a los trabajadores la alimentación (dos tiempos de comida) y el transporte, por ser un derecho adquirido, que debe pelearse en todo momento, porque si no se pierde y si en esa lucha los derechohabientes se llegan a involucrar es casi seguro que el derecho por que se pelea puede ampliarse a mejores conquistas… esperemos que así sea.

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