Iliana Gabriela Gutiérrez Molina: Coleccionista de cactus y suculentas

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. Los cactus crasos y suculentas integran la misma familia de plantas. En el reportaje de hoy conoceremos cuáles son las variedades y sus características para aprender cómo cuidarlas. Son plantas pequeñas, vistosas, con espinas y florcitas de los más originales colores. Los cactus se han ganado un gran protagonismo en las últimas tendencias en decoración. No solo los vemos en las casas y oficinas sino que se han convertido en un regalo frecuente por los múltiples significados que se le atribuyen.

Conozcamos algunos tipos de cactus y suculentas. En una publicación de (elhorticulotor.org), encontramos algunos detalles interesantes sobre estas curiosas plantas. Si bien hablamos de cactus en general, debemos decir qué especies, tamaños y formas, y variedades con y sin espinas. Integran la misma familia de las plantas suculentas y crasas, con las cuales se diferencian por el lugar donde reservan el agua: mientras que estas últimas lo hacen en sus hojas, los cactus guardan el agua en sus espinas.

Las especies de cactus son muchas, pero solo haremos mención de las variedades domésticas, que son las más empleadas en ornamentación y decoración. Tienen distintos tamaños, formas, tallos o flores. Por ejemplo, entre los tipos de cactus y sus nombres están los siguientes: Nopal, Mammallaria, Echinopsis, Lophophora, Ferocactus. Astrophytum y cactus navideño. Luego están los tipos de suculentas: Agave, Aloe, Euphorbia, Echeverría, Lithops, Haworthia y Crássula.

Los cactus son de la familia Cacteceae y son originarias de América. Una de las características principales que tienen los cactus es que son plantas que acumulan mucha agua y nutrientes, lo cual les da la posibilidad de sobrevivir en terrenos áridos y secos, e incluso en el desierto. Es interesante que defiendan sus reservas de agua con sus espinas.

En cuanto al aspecto, si bien parecen todas iguales, existen muchas variedades y tienen diferencia en cuanto al tallo, el cuerpo, las flores y los frutos. Como su cultivo es fácil y requieren poco mantenimiento, se ha convertido en una de las plantas más elegidas para ornamentación. Las variedades de cactus más demandadas son: Lithops o piedras vivas. Es el más curioso por su aspecto de piedra viva. Tiene una forma cónica con hojas superpuestas, que están divididas en el medio por una ranura en la que crecen flores de distintos colores. Adoptó esta forma para protegerse de los animales predadores. Sus flores nacen en el otoño y son nocturnas, tiene forma de margarita y desprende una bella fragancia. De cada cactus solo crece una única flor. Estas suculentas pueden ir perfectamente en el interior de la casa porque no necesitan luz solar directa. No soportan el exceso de agua.

Iliana Gabriela Gutiérrez Molina es una joven terapeuta, considera que es parte de su profesión, ser coleccionista de gran variedad de cactus y suculentas. En este reportaje nos cuenta cómo se interesó por coleccionar estas bellezas naturales que, a primera vista no impresionan pero cuando florecen es sentirse transportado a un mundo de fantasía.

“En la Facultad de Ciencias Médicas y Rehabilitación, una de las docentes vendía cactus y suculentas, mis compañeras compraban, me sentí motivada y compré tres, luego las empecé a buscar en la internet y me llamó la atención lo hermosas que eran las flores. Comencé mi colección con tres de estas curiosidades. Un día mientras realizaba mi servicio social vi una paciente con una “stapellia”, una variedad de suculenta, se caracteriza porque su flor tiene forma de estrella, de hecho, ya estaba motivada por esta curiosidad y no me iba a quedar solo con la impresión.

Muy animada le consulté dónde la había comprado y el costo. La dama me preguntó si me gustaba; claro que sí, le dije; estoy encantada, luego ella me ofreció una stapellia tigriada. La paciente regresó al centro de rehabilitación para dejarme la planta, varios de los pacientes al ver la planta me preguntaron si era coleccionista, así que muchos de ellos me regalaron para mi cumpleaños. Es curioso como de aquellas tres primeras plantas que obtuve cuando estaba en la Facultad de Ciencias Médicas haya sido el inicio de una afición que cada día me atrae más porque es emocionante ver esas plantas en miniatura dar flores tan bellas.

Desde entonces, prosigue con su relato, empecé a visitar los viveros en El Zamorano, El Paraíso, y aquí mismo en Danlí. De esta manera comencé mi colección, entre ellas 3 aloes, 40 cactus, 49 suculentas, dos variedades de “Espada de San Jorge, 9 de amor de un rato, dólar, millonaria y 4 variedades de jade”.

Nunca imaginé que aquellas tres plantas originales y el regalo de mi paciente del centro de rehabilitación, me llevarían a ser coleccionista de tanta belleza de la naturaleza. Llevo dos años en este fascinante mundo de los colores, sin duda, que detrás de cada flor y color está la mano de Dios, ningún ser humano podría hacerlo.

Aunque ser coleccionista tiene un costo muy elevado, por ejemplo, los cactus de colección tienen un precio entre los 300 a 800 lempiras, dependiendo si están florecidos, y del tamaño de la planta. Los colores más comunes son rojos, anaranjados, fucsia y blancos. El mantenimiento, los riego cada tres días, igual que los reviso cada semana para detectar posibles plagas. Cada cactus y suculenta tiene su ambientación, algunos de los cactus reciben el sol directo y otros solo por la mañana, depende de la especie.