COP26: de las negociaciones sobre el clima a las acciones
Jaume Segura
Embajador de la Unión Europea en Honduras
Independientemente del país en el que vivamos, nuestra vida cotidiana se ve afectada por el cambio climático. Los efectos del calentamiento global son cada vez más visibles. Nos enfrentamos con más frecuencia al desencadenamiento de catástrofes climáticas. Hace un año vivimos el fuerte impacto que tuvieron las tormentas tropicales Eta e Iota en Honduras.
En 2015 la comunidad internacional decidió, mediante el Acuerdo de París, embarcarse en un ambicioso viaje: limitar el aumento del calentamiento global por debajo de los 2 °C, persistiendo en los esfuerzos para limitarlo a 1.5°C. Aunque esos niveles de calentamiento puedan parecer manejables, la diferencia podría ser crucial. Para el cuerpo humano, la diferencia entre 40 y 42°C es la diferencia entre la vida y la muerte. Lo mismo podría ser para la vida de nuestro planeta.
La buena noticia es que la ciencia nos dice que se pueden alcanzar sociedades con cero emisiones de carbono y con economías verdes que contribuyan a limitar el calentamiento global. La Unión Europea ya ha demostrado que es posible contar con sociedades en crecimiento desvinculadas del aumento de las emisiones de CO2. Desde 1990, el PIB de la Unión Europea ha crecido más de un 60% mientras que las emisiones netas de gases de efecto invernadero han disminuido y, hoy, la Unión Europea emite solo el 8% de las emisiones mundiales de CO2.
Para predicar con el ejemplo y motivar a otras regiones para que se sumen al camino de la neutralidad climática, la Unión Europea ha adoptado un paquete legislativo para aplicar el Pacto Verde Europeo (o Green Deal) y conseguir una reducción neta del 55% de las emisiones para el año 2030, con respecto a los valores de 1990, en la senda de nuestra ambición de llegar a ser la primera región climáticamente neutra para 2050.
Nos acercamos a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebrará en Glasgow el próximo mes. Este debe ser el punto de inflexión para que todos los países aumenten su acción climática y establezcan compromisos traducidos en ambiciosos objetivos.
Trabajamos activamente con nuestros países socios para lograr los objetivos del Acuerdo de París. Honduras es uno de los países más vulnerables al cambio climático a nivel mundial, por lo que queremos ayudarle a reforzar su Estrategia Nacional de Descarbonización y Resiliencia Climática. Queremos hacer más con Honduras, por lo que una de nuestros ejes de cooperación para el período 2021-2027 se centra en temas de gestión sostenible de los recursos naturales y cambio climático. Prevemos invertir 58 millones de euros (1,628 millones de lempiras), en los próximos tres años para restaurar un millón de hectáreas e introducir el transporte sostenible. Trabajaremos en el fortalecimiento de la gobernanza forestal y promoveremos una mejor gestión de los recursos naturales.
Actualmente, la Unión Europea apoya el manejo integrado de la Biosfera del Río Plátano, contribuyendo a la reducción de la deforestación, la protección de la biodiversidad y la mejora de la situación de seguridad alimentaria de las poblaciones locales. De igual forma, apoyamos iniciativas como EUROCLIMA+ para reducir el impacto del cambio climático en la región.
No hay tiempo para la inacción, estamos en un momento decisivo. El momento de las soluciones prácticas es ahora, desde las más básicas hasta las más innovadoras. Cada acción cuenta: cómo consumimos, qué comemos, cómo viajamos. Nuestra salud, agua, biodiversidad y nuestra vida depende de lo que hagamos ahora para mitigar el cambio climático.
