Los próximos riesgos políticos de USA

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14 de enero de 2022
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12:02 am
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Los próximos riesgos políticos de USA

Rediseñando

Por: Antonio Flores Arriaza

Las últimas elecciones presidenciales y al Congreso en los USA crearon una crisis en la que, su entonces presidente, Donald Trump, fue un factor determinante de gran importancia. Su culpabilidad para el ataque al Capitolio por turbas de sus simpatizantes, es aún un tema pendiente de juicio.

Pero luego, su iniciativa de acusar a sus contendores de fraude electoral creó un enorme impacto sobre la “mayor democracia del mundo”. Y es que, mientras esa acusación tuvo grandes consecuencias internas, al exterior generó una sorpresa y una enorme pérdida de imagen como el líder de la democracia representativa mundial. Que el propio presidente de USA acusara abiertamente de un fraude electoral fue algo increíble.

La investidura de Joe Biden como nuevo presidente sufrió las consecuencias de aquella acusación. Aún hoy, para muchos ciudadanos, Biden no debería fungir como presidente. Y, a nivel internacional, el presidente actual de USA no luce la aureola de un gran líder, de alguien impoluto como se supone que USA se nos ha presentado históricamente. Recordemos que el ataque de Trump hacia Biden inició desde antes que éste fuera el candidato presidencial por los demócratas al acusar a su hijo, e implicar al propio Biden, de actividades ilegales y corruptas en Ucrania. Asunto que finalmente fue superado, pero el lodo fue lanzado y dejó su marca.

La contienda demócrata fue importantemente diferenciada. Se marcó un ala de izquierda cuyo exponente más extremo y destacado fue el senador Bernie Sanders antiguo luchador de causas sociales. En esa ala izquierda, pero un poco menos extrema, se ubicó la senadora Elizabeth Warren. En el otro extremo se instaló el milmillonario Bloomberg dueño de la gran empresa de comunicación e informes económicos que lleva su apellido así como una mujer ex soldado Tulsi Gabard. Y un grupo de pre candidatos moviéndose entre estos extremos. Sin embargo, mientras luchaban por su reelección como congresistas, en la periferia del ala izquierda se destacó The Squad, grupo de mujeres lideradas por la hispana (de origen puertorriqueño) Alexandría Ocasio Cortés (cuyas posiciones de izquierda resultan a veces algo confusas ya que expresa expectativas que no encajan con una ideología de izquierda) pero que se les pronostica un crecimiento en su poder e influencia partidaria que podría ser consolidada para las próximas elecciones. Este grupo es el mejor ejemplo de la conformación del Partido Demócrata: mujeres, latinas, negras, musulmanas y quién sabe que otras características. Un coaligado muy diverso y que, por tanto, resulta de difícil integración y consenso.

El ataque común del ala de izquierda es hacia los milmillonarios y hacia las grandes empresas. Este es un tema delicado cuando USA ha ido evolucionando hacia un país bodega y dedicado al mercadeo y perdiendo sus capacidades de producción. Hoy día, a las regiones que antes se caracterizaron por ser un emporio de producción industrializada hoy se les apoda el “cinturón del óxido”. La economía real u objetiva de USA está en declive. No lo pudo resolver Trump y tampoco Biden está teniendo gran éxito. Así que el gran problema es que el Partido Demócrata logre mantener la unidad cuando cada vez luce más diferenciado entre liberales y socialdemócratas. Sin olvidar que el Partido Demócrata es un partido de minorías que se suman en el período electoral. Es de destacar un factor crítico. La minoría que más crece es la mexicana. Sin embargo, el Partido Demócrata no ha dado importancia a los mexicanos. No hay mexicanos en el Congreso ni en el Senado en la magnitud e importancia que represente a su población. El Ejecutivo
no ha colocado suficientes mexicanos en cargos públicos de importancia. Pareciera que el Partido Demócrata no creyera mucho en los mexicanos o desconfía de ellos y, con esta actitud, no se mira cómo logrará que los mexicanos de Texas y Arizona les brinden su apoyo y no a los republicanos. A pesar del contrasentido.

Por otro lado, en el Partido Republicano, Trump se convirtió en la gran figura. En las elecciones internas sus contendores fueron totalmente insignificantes.Sin embargo, Trump generó importantes anticuerpos al interior del partido. Hoy día ya se habla de la posibilidad que Trump se vuelva a proponer como el candidato republicano a las siguientes elecciones presidenciales. La posibilidad que Trump resultara electo como el candidato presidencial republicano para las próximas elecciones permite asomar la posibilidad que el partido se divida y muchos republicanos se agrupen en un nuevo Partido Republicano.

Así que existe la posibilidad que USA vea divididos a sus dos grandes partidos y que, las próximas autoridades que gobiernen ese país, sean respaldadas por el voto de una reducida población.

Pero, lo más terrible, sería la ocurrencia de una reacción tan violenta que lleve a la búsqueda del separatismo de algunos estados. Ya desde ahora se mencionaba que Texas podría intentar separarse de la Federación. California es un estado en crisis socio económica y, una elección sin respaldo popular, podría generar la idea del separatismo. Evidentemente, este sería un tremendo suceso que daría al traste con la gran potencia socioeconómica y militar que ha sido USA. Hoy día se identifican varias regiones que podrían conjuntarse para promover su separatismo de la federación que es los USA. Es algo que tendría un gran impacto mundial y gigantescas consecuencias socioeconómicas, políticas y militares en el equilibrio global. Los países que nos movemos mucho más en la esfera de influencia de USA deberemos pensar en esta posibilidad y tener planes de contingencia para tratar de afrontarlo. Que esperemos, no les lleve a recurrir al amañado expediente de crear enemigos y amenazas desde el exterior para crear una guerra internacional.

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