1 En el corazón de la ciudad el Banco de Honduras primer banco privado del país.
En una reunión convocada por Agustín Montes Navarro el pasado 29 de Abril en la Librería Navarro con hombres y mujeres que aman a la ciudad en que nacieron, hicimos durante el conversatorio recuerdos de la Tegucigalpa del ayer, antes que el modernismo la despersonalizara en su condición de antigua ciudad, el poco amor de foráneos que llegaron a regir su destino como autoridad municipal, el notorio desconocimiento del valor histórico por parte de funcionarios gubernamentales, el deterioro por el paso de los años sin que nadie se dignara a efectuar tareas de restauración, por desidia y porque la naturaleza en algunos casos causó serios deterioros. aquella ciudad contaba con sitios que acentuaban su señorío y la belleza propia del poblado que con origen minero jugaba en la topografía irregular entre los cerros que la circundan.
Así se perdieron de Tegucigalpa y Comayagüela, viejos edificios que simbolizaban el orgullo de sus habitantes, sustituyéndolos por cascarones de cemento armado, construyendo pasos inadecuados, destinando plazas de estacionamiento o cambiando fachadas que armonizaban con el hermoso pasado de la capital de Honduras.
De esas pérdidas, hoy nos referiremos a las más significativas, que para muchos que andamos más allá de la media centuria de vida constituyen un recuerdo y para las nuevas generaciones, un desconocimiento total de esos monumentos arquitectónicos que formaban parte de la también perdida identidad de nuestra querida ciudad.
BANCO DE HONDURAS (FOTO 1) Este hermoso edificio de dos plantas, lo construyó Don Santos Soto a finales del Siglo XIX en la esquina de la cuadra poniente de la Plaza Central, tenía una fachada de líneas sobrias, rematada con una cornisa adornada con bellos jarrones, contaba con trece elegantes balcones en la segunda planta que por muchos años ocupó como residencia su propietario y las familias que le sucedieron.- En la parte inferior operaba el “Banco de Honduras” y allá por 1920 en el portón norte funcionó, mientras construía su edificio, el Correo Nacional (FOTO 2)
Esta edificación que engalanaba el corazón de la ciudad fue demolida para levantar en su lugar una torre donde hoy funcionan oficinas del estado, en la parte inferior varios establecimientos comerciales y en la amplia acera que se dejó se han instalado una cantidad de vendedores ambulantes que imposibilitan el paso de los transeúntes.
LA SAMARITANA (FOTO 3) Construido con piedra rosada sacada de nuestras canteras al poniente del Parque Morazán, se erguía imponente el edificio que levantó la familia Soto para destinarlo a una de las tiendas de categoría de la ciudad capital; contaba con un espacioso corredor sobre el cual se sostenía en cuatro pilastras también de piedra tallada, el segundo nivel con un amplio balcón central.
LA SAMARITANA se borró del mapa capitalino cuando las máquinas derribaron sus pétreas paredes para construir en su lugar el inmueble que pasó a albergar las oficinas del Registro Nacional de las Personas en los pisos superiores y varias tiendas en la planta a nivel de la calle.
EL CAMPANARIO DE SAN FRANCISCO (FOTO 4) – Considerado junto a la Tipografía Nacional como los edificios más antiguos de la capital, la Iglesia de San Francisco contaba hasta los años sesenta con un hermoso campanario que irracionalmente fue demolido por las autoridades municipales de aquel entonces argumentando que con ello ampliarían la calle entre la parte posterior de la casa que ocupaba la Corte Suprema de Justicia, Museo del Hombre Hondureño destruido por un incendio y el templo de los franciscanos.
Aquel atentado contra la historia de la ciudad no sólo fue achacable a quienes ordenaron su destrucción, sino a los religiosos canadienses que tenían a su cargo la parroquia por haber permitido tan flagrante crimen al patrimonio cultural de Tegucigalpa.
El Campanario fue restaurado en el 2002 por nuevas autoridades municipales, el Arzobispado de Tegucigalpa y un grupo de empresarios.
EL MERCADO LOS DOLORES (FOTO 5) Si bien es cierto realizaron obras de gran envergadura en la ciudad capital, también es cierto que los urbanistas que demolieron el Mercado Los Dolores no tomaron en cuenta que al llegar al casco histórico de Tegucigalpa derrumbaban en ese lugar una de las edificaciones que aún cuando se había construido en el primer tercio del siglo XX, guardaba rincones del sitio donde se instalaron los primeros pobladores de la ciudad.
El mercado comprendía tres módulos, dos de ellos al borde de la Avenida Jerez y para unirlos contaba con un puente techado que facilitaba a los compradores pasar de un lado a otro.
El propósito de demolerlo fue dejar una plaza en la parte superior de una calle que bajaba el nivel de la Avenida Jerez, pero al dejar inconclusa la obra por mucho tiempo, surgieron las incomodidades del diseño especialmente en la temporada invernal produciendo serios problemas en lo que se conoció como “El Hoyo de Merriam”.
Si la intención fue transformar la zona en un centro atractivo, no se cumplieron los planes trazados en Los Dolores, perdimos el Mercado y ahora el sitio se ha convertido en un hacinamiento de vendedores ambulantes.
EDIFICIO FIALLOS (FOTO 6) Frente a la plaza de San Francisco o Parque Valle, lució por muchos años una edificación que guardaba entre sus paredes mucha historia de la ciudad capital.- En los años treinta del siglo pasado en ella se instaló la sede de la Legación de los Estados Unidos de América, así se denominaba a lo que después se le dio categoría de Embajada, la que permaneció por muchos años con oficinas en la primera planta y como residencia diplomática en el segundo nivel.
Al construir sus propios edificios la representación estadounidense, los propietarios alquilaron el inmueble a la emisora capitalina RADIO AMERICA y a otros negocios que se ubicaron en el primer nivel.- Después funcionó en el local una discoteca, ventas de helados, cafeterías, cantinas y una gran variedad de establecimientos comerciales.
Por descuidos, el edificio sin el adecuado mantenimiento fue cediendo, se cayeron paredes de adobe y piedra, se cerró y al quedar abandonado se declaró insalubre y en vez de restaurarlo fue demolido para convertir la zona en un área de estacionamiento para vehículos.
EL PARQUE COLON (FOTO 7) – Del conjunto de estatuas ordenadas por el Presidente Marco Aurelio Soto, la del General Morazán, la del Sabio Valle, los bustos de Cabañas y el Padre Reyes, las estaciones del Parque Central, La Libertad para Comayagüela, la del Almirante Cristóbal Colón se destino para instalarla en un jardín que se habilitó al norte del Mercado San Isidro.
La plaza poco a poco la fueron ocupando vendedores y rápido se convirtió en una prolongación del mercado dejando la estatua rodeada de puestos de ventas, obligando a las autoridades a trasladar la hermosa escultura del descubridor de América al Boulevard Económica Europea en la zona de Toncontín donde un 12 de Octubre de 1997 un grupo de vándalos la destruyeron cuando se celebraba el Día de la Hispanidad.
La ciudad perdió el parque y la estatua de mármol que Honduras había dedicado en memoria del genovés que quinientos cinco años atrás realizó la hazaña de cruzar el Atlántico a las tierras de nuestra América.
OTRAS PERDIDAS – La Dirección General de Salud Publica (FOTO 8) en el Barrio Abajo donde se levantó el edificio del Seguro Social, las gradas de hierro del Parque La Leona, la Alhambra, la Escuela de Artes y Oficios en Comayagüela, son parte del inventario histórico de la capital que únicamente por las gráficas que se guardan pertenecen al pasado del noble término municipal.
Si no se hace algo por restaurar la antigua Casa Presidencial que en l994 se destinó a Museo de la República, la antigua Penitenciaría Central en La Hoya, no está tarde en que nos tocará escribir que esos sitios dejaron de existir en la capital de la república.- Y esto sucederá mientras existan criterios como los de algunos extranjeros que se han logrado infiltrar en los círculos palaciegos y otros inconsecuentes oriundos que desfachatadamente escriben cuando se realizan obras de restauración del casco histórico objetando que se emplea el dinero en conservar “pinches” gradas o en montones de viejos adobes.
Si en los humanos prevaleciera esa pequeñez mental, la Gran Muralla China, el Coliseo Romano, la Torre Eiffel y en Honduras las Ruinas Mayas de Copán, las Catedrales de Comayagua y Tegucigalpa y otros monumentos históricos estuvieran en el suelo.
Hasta la próxima semana.
