El ansiado retorno a la normalidad, ¡sea esta inteligente o nueva!

MA/3 de June de 2020/12:22 a. m.

Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®

Han pasado más de ochenta días, desde que el gobierno confirmara los dos primeros casos de COVID-19 en el país, causando la muerte de unos doscientos compatriotas, observando que a pesar de comprobados desaciertos y penosos señalamientos, Dios misericordioso ha sido benévolo y la pandemia está de alguna forma controlada, ¡hasta ahora!

Es preciso comprender, que la resistencia o la misma resiliencia, tienen límites, marcados por aspectos de supervivencia o necesidades de estómago.

Tomás Pueyo, ingeniero de origen español, a quien se le ha llamado el Nostradamus del COVID-19, ha señalado estrategias y brindado soluciones a través de sus escritos sobre la pandemia, “El martillo y la danza” es uno de sus ensayos más claros, en el cual nos explica sobre los peligros y algunas formas de controlar el virus, mientras se desarrolla una vacuna de aplicación masiva y global. En pocas palabras, es: ganar tiempo, aplanar la curva de contagios y evitar que los sistemas de salud colapsen.

Consideramos que todos los países hemos adoptado estas estrategias, el problema, en nuestro caso, ha sido, el cómo se maneja el martillo y a qué ritmo se baila la danza. Sin duda la educación y la cultura, son claves en estos modos de actuación.

Pero hay que comprenderlo, hemos llegado al filo del precipicio. Respetando la ciencia, la cual se opone a una salida súbita de la hibernación; pero los costos y riesgos deben ser asumidos, reconozcamos la necesidad de reactivar de forma paulatina la actividad económica del país. Unos le llaman: “reactivación inteligente”, ¿qué tan inteligente? Otros más optimistas le llamamos “vuelta a la normalidad”, ¿qué tan normal puede ser?, ¿qué entendemos por nueva normalidad?

La decisión ha sido tomada, y la fase uno del proceso ya está en curso, hay un plan, un trabajado de mesas sectoriales que debe apoyarse, el proceso en realidad, es una corriente de sincronía global, la mayoría lo está haciendo, hay que alinearnos, o nos rezagamos más de lo que ya estábamos.

Un tema muy difícil para los gobernantes es implementar políticas, estos tiempos de tecnología, faculta a todos a tener información masiva, en su mayoría falsa, que nos hace creer que sabemos de todo. Hablando de la nueva normalidad, ya se han adelantado decisiones, lo más importante es la seguridad alimentaria, generación de empleo a través de la micro y pequeña empresa y la reactivación y reconversión de la industria y el agro nacional, los empresarios nacionales, algunos regañadientes pero muchos con voluntad ven la oportunidad de resurgir.

¿Retornaremos a los estándares anteriores? ¡Por supuesto que no! Nuestro país no es la gran potencia, conocemos que dependemos de vender algunos productos agrícolas, commodities, y captar remesas, todo se ha dañado a niveles catastróficos. Esto nos obliga a hacernos una simple pregunta ¿cuál será el comportamiento de la comunidad internacional, en la era post COVID-19? Muchos centros de prospectiva a nivel global, coinciden en proyectar el desafío de la pandemia, en tendencias como ser: escenario de ¡sálvese quien pueda! Esto sería trágico, el apoyo mutuo y la globalización podrían desaparecer; también puede suceder lo contrario y sería la cooperación colectiva internacional, este es el escenario ideal. Es probable también, un escenario que ronda la indiferencia, en el que prima el esfuerzo propio, desarrollo lento y quizá con alianzas regionales.

Para cualquier escenario, nuestro país debe prepararse, los mismos centros de pensamiento, sugieren, que una normalidad al nivel anterior, tomaría dos a tres años alcanzarla. Nadie se pondrá a esperar sentado que esto ocurra. En nuestro caso, existen varios macroproyectos disponibles en el país, que han sido postergados y olvidados, ¿por qué no reactivarlos?, para mencionar algunos: represas multipropósito de el Ulúa y el Chamelecón; conclusión del proyecto Patuca, represas para dotación de agua a Tegucigalpa, integración de La Mosquitia al desarrollo nacional… para mencionar algunos en materia de infraestructura; se deben reconocer oportunidades que puedan surgir en el ámbito internacional, es de suma importancia establecer eficientes delegaciones diplomáticas en India, Rusia; reforzar con profesionales conocedores las delegaciones de Taiwán, Korea y Japón, todo lo que pueda representar mercados, tecnología, inversión y educación. Si hay algo real que pasará en el mundo postpandemia, es que sobrevivirá el más listo, el proactivo, quien aproveche los espacios y oportunidades.

Hay que ver el panorama hacia fuera, no le demos la espalda al exterior ni al futuro, los problemas domésticos, son solamente eso, asuntos particulares.
La reapertura inteligente o la nueva normalidad, es impostergable y las reglas del juego han sido dadas.
Al final, cada quien es responsable, de utilizar mascarilla o cubre nariz y boca que restrinja la salida de micropartículas, guardar la distancia y lavarse las manos.