Bayron Rodríguez lleva una barba por moda que esconde su edad. Acaba de dejar la adolescencia, es un “cipote” en realidad, pero se apresta a gobernar un pueblo de 12 mil pobladores con tan salo 22 años. No hay registros de un caso parecido en los últimos cien años en Honduras. Asume el reto con entusiasmo y mucha madurez, alentando al mismo tiemo a los jóvenes a participar en política “porque si no los mismos de siempre nos van a gobernar”. Él lo hizo venciendo a un alcalde nacionalista que le dobla la edad y buscaba su cuarto período. Sangre lenca corre por sus venas y alterna la agricultura con las canchas, ya que es un árbitro profesional del fútbol hondureño.
Con muchas reuniones, agradeciendo a la gente y organizando el equipo de trabajo con los que vamos a coordinar los proyectos comunitarios.
–¿Por dónde van a comenzar?
Tenemos un plan bueno, ahora viene lo más duro para atender la salud, educación, infraestructura y otros ejes de desarrollo del municipio.
–¿Quién fue su rival en las elecciones?
El actual alcalde, es nacionalista, tiene como 50 años y buscaba su cuarto período.
–¿Ya lo felicitó?
La verdad que están enojados, no la creían, pero ya me saludó.
–¿Se confiaron?
No tanto eso porque nuestro trabajo fue arduo, luchamos en nuestra campaña sin distingo de colores.
–¿Hizo cosas buenas?
Hay que reconocer que deja cosas buenas, pero últimamente ayudaban por colores políticos para seguir en el poder.
–¿Con qué municipios limita?
Con Santa Elena, Cabaña y Marcala, estamos a tres horas de Tegucugalpa y a media hora de El Salvador, a 1,800 metros sobre el nivel del mar.
–¿Qué significa Yarula?
Es un vocablo lenca derivado del hecho que se usaban mucho las mulas como medio de transporte de la gente y para trabajo, por ahí viene el nombre del pueblo.
–¿De qué vive la gente?
La mayor parte de la gente se dedica al campo, a la siembra del maíz, frijol y el café.
–¿Hace buen clima?
Ha venido cambiando últimamente, pero ahora hemos tenido un invierno muy bueno.
–¿A cuánto está de El Salvador?
A 45 minutos de la aduana La Concordia por donde pasa el comercio de la gente que vive en los exbolsones como El Zancudo. Ellos trabajan mucho con el dólar, van a Perquín, San Miguel o San Salvador.
–¿Usted es lenca?
Sí, con mucho orgullo.
–¿Qué siente saber que va liderar un pueblo?
Comprometido porque es un reto muy grande, pero sabemos que con la ayuda de Dios lo vamos a impulsar.
–¿Siempre fue liberal?
Desde la primera vez que voté, es un sentimiento familiar.
–¿Quién lo animó a entrar en política?
La verdad que desde pequeño lo soñé, me he caracterizado por hacer labor social, ayudar a quienes lo necesitan, traemos el carisma desde pequeño, a mi mamá siempre le decía, cuando era pequeño, quiero ser alcalde, pero no sabía cuándo iba a presentarse la oportunidad.
–¿Algo en especial que lo motivó a postularse?
Al ver las injusticias sobre cómo se estaba trabajando en mi municipio, además, la gente ya quería un cambio, no quiero criticar a nadie, todos somos del mismo municipio y por ende queremos el desarrollo de un pueblo no solo de un color.
–¿Qué le pide la gente?
Un cambio radical en todo, que se gobierne con transparencia no como se ha trabajado anteriormente por colores, que todos tengamos iguales oportunidades no solo las familias de un color político.
–¿Ya le rindieron cuenta de la alcaldía?
Aún no, pero tengo entendido que dejan muchas deudas y en esa parte es algo duro para el municipio porque como alcalde las primeras transferencias van a ser para pagos.
–¿Cuánto gana el alcalde?
Ahora está ganando 15 mil lempiras.
–¿Se va aumentar el salario?
No, lo que está establecido por la ley se respeta, no me postulé por un interés personal ni para llenarme los bolsillos sino por servir al municipio.
–¿En qué trabaja actualmente?
Soy árbitro de Segunda División y me dedico a la agricultura, tenemos algunas vaquitas, ahora estoy empezando con unas cabras.
–¿Algún susto en la cancha por pitar mal?
Hasta el momento, no, solo insultos, pero la verdad que uno no quiere perjudicar a ningún equipo.
–¿Estudia?
Soy contador y estoy sacando la Licenciatura en Educación Física en la UPNFM.
–¿Su familia es liberal?
No, es cachureca, pero esta vez me apoyó. Libre era otra opción, pero no tiene base en este municipio.
–¿En las primarias iba con Yani Rosenthal o Luis Zelaya?
Con Luis Zelaya, pero en las generales recibí el apoyo de Yani, nos reunimos en La Paz para hablar sobre cómo trabajar.
–¿Cómo mira al Partido Liberal para el futuro?
Después del golpe de Estado, recibió un golpe muy duro, pero creemos que hoy ya no hay que pelear por un color político sino por defender nuestra patria, cuidar nuestra bandera a eso debemos apostarle.
–¿Piensa pedir audiencia a doña Xiomara Castro?
La verdad que sí, porque le apostamos al desarrollo del municipio y como ellos son de Libre y nosotros somos liberales, casi somos la misma rama.
–¿Juega fútbol?
Fui portero, pero ya no practico.
–¿Qué atractivos tiene Yarula?
Tenemos mucho turismo, se respira un aire puro con una altura de 1,800 metros sobre el nivel del mar, gente lenca, muy hermosa que lo va a recibir con los brazos abiertos, aunque sea con un terroncito de cuajada, patastillos o una sopa de gallina india. Tenemos muchos miradores y cuevas antiguas.
–¿Qué le dijo su madre cuando supo que se postularía?
Tenía miedo por los insultos y las críticas, pero al final respetó mi decisión.
–¿Casado?
Soltero, felizmente.
–Le van a llover las novias a partir de ahora…
A ver qué tal, estamos concentrados en lo que estamos haciendo y Dios dirá cuando va a llegar la indicada.
–¿Se va retirar del arbitraje?
No, voy a seguir pitando, pero tengo que disciplinarme más con el tiempo.
–Muchos jóvenes creen que la política es sucia y por eso no participan, ¿qué les aconseja?
La política no es sucia, los políticos hacen sucia la política, entonces, les digo que nos involucremos porque si no los mismos de siempre nos van a gobernar y ahí vamos a estar con ese yugo, hoy es cuando tenemos que decidir y no esperemos mañana.
–¿Ya tiene los invitados a la toma de posesión?
Con mi pueblo y creo que nos va acompañar el alcalde Jaime Argueta de Perquín, El Salvador.