SOBRE lo escrito en este espacio, a veces recibimos comentarios de leales lectores y además buenos amigos, que rozan con la poesía: Alusivo al intitulado “¿Y EL DÍA DE LOS DESOCUPADOS?”, esta es una muestra: “Brutal ironía, formidable antinomia, excelsa paradoja de lo inverosímil”. “Es una genuina simbiosis imbricada cual orfebre exquisito, utilizando con pulcritud y maestría la extrapolación de “espacios, tiempos y movimientos”, leit motiv de su formación académica al espíritu demoledor del ensayo”. “El ergo, el corolario dialéctico, de su fecundo y prolijo numen, esa cáustica y punzante ‘joya editorial’”. Comentario de otro lector al editorial “¿LA CONDENA TERCERMUNDISTA?”: “Eso de educar para un mundo que ya no existe, y yo sugiriendo que reinsertemos las clases de agricultura, artes plásticas, moral y cívica; y es cierto, ese mundo ya no existe”. “Sin embargo, me he dado cuenta que los hondureños somos como un híbrido entre la especie humana”. “Nada se hace bien y cuando imitamos lo hacemos mal”. “Hagamos lo que sí sabemos hacer. Esa fórmula de hacer el juramento, de cantar el himno, lo de las clases que menciono, eso sí funcionó”.
(Más bien –aparte de una revisión profunda al sistema educativo obsoleto–esas son las materias que merecen reincorporarse a los currículos académicos. Si para vencer el atraso lo que hace falta son conductas éticas, morales y decentes, procederes que eleven el orgullo y la autoestima, prácticas adecuadas y la voluntad de hacer sacrificios, comportamientos solidarios y actitudes patrióticas). Otra opinión al editorial ¿SI VAN A MUDARSE?: “Todos nos quisiéramos mudar, pero lo más lógico y natural debería ser luchar porque las cosas en nuestro país cambien”. “Se requiere trabajar juntos, unidos para lograr este objetivo”. “Incluyendo gobierno, políticos, empresarios, gremios, sociedad en general, unidos en una misma causa”. “En la unión está la fuerza”. “Pero, ¿cómo lograr esto?”. Otro lector opina a los editoriales sobre la falta de trabajo y la migración: “Excelentes editoriales Presidente”. “Nos ilustra mucho con esa pluma intelectual”. “Del fenómeno migratorio hay mucho que escribir y reflexionar”. “Honduras es un país lindo, rico en recursos naturales, con un clima envidiable pues tenemos sol casi todo el año”. “Pero de nada sirve si los recursos y esa ventaja competitiva no son usados en la creación de riqueza para la colectividad”. “Y no una riqueza “populista” quitando al rico para darle al pobre”. “Una riqueza que sea producto de las oportunidades en todo un engranaje; que alimente un sistema que no dependa de una persona o de unos pocos rubros”. “Nadie quiere irse de su país, pues se extraña a la familia, amigos, comida, tradiciones, la lengua nativa y etcétera”.
“Emigrar es de valientes –continúa diciendo– pero se hace cuando se quiere salir adelante y buscar las oportunidades que no se dieron en nuestro país de origen”. “Enorme tarea la que existe por rescatar el orgullo patriótico, el amor a Honduras”. “El país no tiene la culpa, es consecuencia de la mala dirección que ha tenido sumado a la baja autoestima que como pueblo tradicionalmente hemos tenido cuando desde las aulas en la primaria se nos enseña que somos el país más pobre de América Latina solo superado por Haití”. “Honduras no es un país pobre, es un país rico pero saqueado y mal administrado”. “Lo que debe ser una enorme tarea también es crear, desarrollar y ejecutar una tarea de corto, mediano y largo plazo para fortalecer a la clase media”. “Esa que es altamente productiva, que paga impuestos y que invirtió años en educación”. “Usted como buen estadista sabe que los países más ricos y desarrollados en el mundo son aquellos cuyas sociedades tienen una clase media bien robusta”. (Pues sí –asiente el Sisimite– la clase media que se extingue. Pero no solo es empeñarse que haya una clase media solvente. Sería –hablando de joyas—“que todo el país avance en torno a propósitos comunes, como compromiso de toda la sociedad”. Y para ello no es odio lo que debe instigarse, sino concordia).