El Barcelona, más de quince horas de vuelo después, aterrizó en Japón para participar en el amistoso ante el Vissel Kobe que pondrá punto y final a la aventura nipona de Andrés Iniesta.
El equipo azulgrana voló directamente desde Santiago de Compostela, ciudad a la que se desplazaron este domingo los de Xavi Hernández tras disputar el último partido de Liga de la temporada ante el Celta de Vigo.