Por Carlos G. Cálix
En el libro que saldrá este 2020, titulado: “El fin de la democracia y el último liberal”, he agregado un ensayo cuyo enunciado es: “La caída del puente de la Democracia”, haciendo un paralelismo entre el evento sismológico del 28 de mayo de 2009, y todos los acontecimientos sucesivos que conllevan a la fractura democrática.
En dicho ensayo, además de comentar sobre el enfoque populista de Manuel “Mel” Zelaya, de los secretos y noform de Wikileaks y del porqué, “dos presidentes” deben ir en el “mismo saco”, describo a la “Honduras híbrida”, en función del índice de democracia global que elabora la Unidad de Inteligencia de “The Economist” en el que muestra a Honduras entre uno de los 37 países bajo el régimen híbrido. En esta misma línea, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), reveló el resultado de una investigación que considera que la democracia en Honduras sigue siendo débil. De hecho, en la matriz cromática de los patrones de desempeño democrático en América Latina y el Caribe, ubica a nuestro país en el penúltimo lugar.
Y finalizo con el reporte de Freedom House, quien considera que, de los 195 países evaluados, 86 fueron clasificados como libres, 59 parcialmente libres y 50 no libres. En este aspecto, Honduras es categorizada como “parcialmente libre” y se considera que la debilidad institucional, la corrupción, la violencia y la impunidad, socavan la estabilidad general del país.
En tal sentido, ¿está nuestra democracia en peligro?, por supuesto que sí, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt de la Universidad de Harvard, han invertido dos décadas en el estudio de la caída de varias democracias en Europa y Latinoamérica, y coinciden con esta apreciación.
Ahora bien, si realmente queremos que la democracia no llegue a su fin, debemos agrupar a los jóvenes, empresarios, líderes de opinión, intelectuales y académicos, para asumir como bandera: los derechos de propiedad privada, el gobierno limitado, el estado de derecho y la economía de mercado.
¡En Honduras, nuestra democracia está en peligro, no ha llegado a su fin y aún podemos defenderla!
