PANDEMIA E HISTERIA COLECTIVA

OM
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25 de febrero de 2020
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12:07 am
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PANDEMIA E HISTERIA COLECTIVA

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HASTA ahora, con todo y las cifras alarmantes de contagiados, el organismo sanitario internacional todavía lo considera una epidemia. Sin embargo, no descarta que lo grave no pueda ser peor. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó este lunes al mundo a que se prepare para una «eventual pandemia» del nuevo coronavirus. «Tenemos que concentrarnos en frenar (la epidemia) al mismo tiempo que hacemos todo lo posible para prepararnos a una eventual pandemia». Reveló su «honda preocupación» por el súbito incremento de casos en Italia, Irán y Corea del Sur. Turquía anunció el cierre «temporal» de su frontera terrestre con Irán, así como la suspensión de vuelos provenientes de este país donde los casos de coronavirus se multiplican. Igual medida también adoptaron Pakistán y Afganistán. Las autoridades confirmaron el primer caso de coronavirus en Afganistán, en la provincia occidental de Herat, limítrofe con Irán, donde un repunte de la epidemia ha causado la muerte de al menos 12 personas y ha provocado el cierre de las fronteras por parte de sus vecinos.

Unas 50 personas han muerto a causa del coronavirus en Irán, aunque las autoridades negaron la cifra, informando que solo 12 se han documentado oficialmente. Italia sigue buscando la identidad de la persona que introdujo el nuevo coronavirus en su territorio con el fin de frenar el contagio que ha afectado a más de 200 personas en el norte del país. El número de enfermos por el coronavirus superó los 79,000 a nivel mundial. Las últimas semanas han demostrado lo rápido que un nuevo virus puede propagarse por todo el mundo y causar extensos temores y alteraciones. Ahora es que aparecen casos del nuevo coronavirus fuera de China que no muestra “un vínculo epidemiológico claro con el origen de la epidemia”. O sea que se reportan casos en otras partes del mundo, pero sin antecedentes de contagio con portadores procedentes de los lugares infectados. El director de la OMS alerta que la “ventana de oportunidad para erradicar la epidemia se está estrechando”. La primera contingencia son los muertos en los países infectados. Los enormes gastos, en salud, como en la movilización de instituciones estatales destinados a controlar la propagación de la enfermedad. Sumado a ello, el cierre de escuelas, negocios, restaurantes, complejos comerciales y centros de reunión, como la paralización de actividades habituales. La posposición o la suspensión de eventos públicos programados, de ferias, cónclaves, eventos deportivos, seminarios y exhibiciones. Las alertas y las cuarentanas que mantienen en vilo a la sociedad. En algunos lugares han llegado al extremo de aislar comunidades y ciudades completas.

Poblaciones enteras contagiadas de histeria colectiva. Una demanda inusitada de jabones desinfectantes, guantes y de mascarillas en farmacias y supermercados, y de precios exorbitantes que se cobran por esos materiales. A la especulación se agregan los asaltos a los establecimientos comerciales de gente desesperada procurando aprovisionarse de artículos escasos. Los casos globales de pacientes infectados con el coronavirus hasta ahora son: 79,553 confirmados, 2,628 fallecidos y 25,215 reestablecidos. Ahora, si la OMS ha sonado las bocinas sobre la posibilidad de una pandemia alertando que el mundo debe prepararse, lo que cabe preguntarse es ¿en qué consiste esa preparación? Porque aquí en Honduras se ocupan instrucciones más concretas después del escandaloso espectáculo de aquella falsa alarma y la romería –sin eludir los gritos amenazantes y los ataques de histeria de los mirones– a que fue sometida la paciente tosigosa. ¿Cómo y de qué forma es que hay que estar preparados?

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