Por Noé Pineda Portillo
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Es inimaginable, la gran cantidad de efectos económicos, sociales y culturales, que se han producido y se estarán gestando en todo el mundo, a raíz de la epidemia aparecida en Wuhan, China continental. Tal preocupación se produce desde las mismas Naciones Unidas y organismos internacionales relacionados como la OMS y todos los demás relacionados con el desarrollo de los países y regiones, hasta llegar a los países más pequeños del mundo.
A causa del coronavirus, dicen los expertos, la segunda economía más grande del mundo y primera consumidora de materias primas alcanzará una recesión del 2%. En China continental, el efecto inmediato es la caída de su demanda, es decir, menos combustible fósil y menos commodities (materias primas), por tanto, caída mundial de los precios porque hay un superávit de la oferta. Entonces, el debilitamiento de la economía china continental repercute de manera directa o indirecta en todos los países del mundo.
El virus está sacudiendo fuertemente a los países desarrollados y los efectos en nuestras economías pequeñas y subdesarrolladas no serán ninguna excepción, solo es cuestión de tiempo para que las alarmas lanzadas por varios sectores empiecen a hacerse realidad. ¿Estarán los gobiernos planificando sobre esta situación? Estamos a tiempo de evitar improvisar en las eventuales soluciones, se impone pasar revista no solo a nuestros indicadores, sino también a las proyecciones que tenemos para ir delineando los planes de contingencia para disminuir o frenar los efectos económicos del coronavirus antes de que sea demasiado tarde.
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G20, iniciaron el sábado anterior (el 22 del presente), un encuentro de dos días en Riad, capital de Arabia Saudita, dedicado al estado de la economía mundial y a las repercusiones de la epidemia del coronavirus.
Además de abordar un plan de acción para proteger a la economía mundial del impacto de la epidemia, los dirigentes financieros de las primeras 20 economías mundiales se centrarán en cómo lograr un sistema de tasa internacional para los gigantes del sector digital.
Volviendo nuestra mirada hacia nuestra región centroamericana, nuestros empresarios coinciden, que debido al virus que se ha ido propagando desde China continental, se han interrumpido las cadenas de suministro a nivel global y el precio de los commodities ha caído.
Aunque a última hora, se dice que la epidemia ya está dando muestras de debilitamiento, no podemos bajar las manos cuando de previsión se trata, ya que estos fenómenos pueden ser traicioneros, dadas las condiciones favorables que se pueden presentar en algunos países. Por tanto, “vale más prevenir que combatir”.
