Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

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10 de marzo de 2020
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12:14 am
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Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Por Boris Zelaya Rubí

“…Todo estaba bien hasta que Damocles, miró hacia arriba y advirtió una afilada espada que pendía sobre su cabeza, atada por un único pelo de crin de caballo. De repente, se le quitó no solo el apetito, sino que los nervios lo obligaron a rechazar el sueño de ser rey, con solo ver la espada amenazante. Le pidió al rey abandonar su puesto, alegando que ya no quería seguir siendo tan afortunado…”.

Por esta historia, se menciona la espada de Damocles, para referirse a una amenaza constante, que puede llevar inesperada y repentinamente a un trágico desenlace; una excelente metáfora de los inminentes peligros y el precio que se paga por un gran poder.

A propósito de la integración de algunos “mini movimientos” al hasta ahora seguro triunfador “Juntos Podemos”, algunos se adhirieron como cuando en algunas haciendas se tocaba un triángulo metálico que sonaba como campana y gritaban a los peones: ¡a comer!, ¡a comer! Corrían desesperados dejando atrás una polvareda, porque los primeros en llegar comían las mejores partes del guiso.

Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Como dice el refrán popular: dime con quién andas y te diré quién eres. Pero en política esto no funciona, pues se trata de no tener ni amigos o enemigos permanentes, siempre mantener funcionando en primer lugar los intereses. Así es que no deben extrañarse algunos “libre pensadores”, que aparezcan de nuevo aquellos que creen que el tiempo les borra su tenebroso pasado, cuando se zambullían como quien se tira a una piscina en las arcas repletas del Estado. ¡Pobres ilusos! Los opositores al partido, que cuentan con diversos medios informativos, se encargarán de “espulgar” hasta el último rincón, buscando refrescar la memoria de los votantes. Afortunadamente hay suficiente tiempo.

Uno de los candidatos que se lanza en búsqueda de la máxima posición gubernamental, para dirigir la nación es el doctor y ge… (perdón, nos entusiasmamos) actual presidente del Congreso Nacional, don Mauricio Oliva, quien cuenta con una gran experiencia, además de haber demostrado hasta la fecha una tolerancia extrema con los “dragones del Congreso”, que gritaban y pitaban. Indudablemente será un gran estadista y traerá beneficio al país. Deseamos que como hasta la fecha lo ha hecho el presidente Hernández, el doctor Oliva, se rodee de un buen equipo de gobierno para cumplir con la promesa: ¡Juntos podemos!

Esperamos que el precandidato Oliva no se haga acompañar de rémoras, aunque nos hacen recordar al gran nacionalista, don Ricardo Zúniga Augustinus (Q.D.D.G.) cuando decía: a los enemigos hay que tenerlos cerca, porque de lo contrario, se convierten en una espada que pende sobre nuestra cabeza. Le auguramos mucho éxito, Dios y algunos organismos le irán limpiando el camino de los agazapados chantajistas, que creen que hacer dinero consiste en quitárselo a los demás. Le espera una ardua tarea, pero sabemos que con su valor demostrado más de una vez, saldrá adelante con éxito; los ñangaritas de cafetín, aunque traten por mucho tiempo, nunca llegarán.

De rodillas solo para orar a Dios.

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