Gobernanza Hídrica

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17 de abril de 2020
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12:31 am
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Gobernanza Hídrica

Marzo de mujeres

Por: Carolina Alduvín

En medio de la parcial paralización de las actividades cotidianas, quienes no se dan respiro alguno en su labor destructiva son los pirómanos que operan en la periferia capitalina. Se desconocen los fines de semejante afán destructivo, no es con fines agrícolas, no son tierras aptas, el daño resulta casi irreparable e irreversible. Tampoco se ve a quiénes pudiera beneficiar más allá del insano placer de ver arder de forma incontrolada terrenos a los que de otra forma no se tiene acceso ni opción a dominio. Además de los daños a la vida silvestre, el empobrecimiento del suelo y una enorme aportación a la contaminación atmosférica, los incendios dañan enormemente la capacidad de retención de agua por parte de los suelos, reduciendo así las escasas fuentes que le quedan a la capital.

En modalidad de teleconferencia, el pasado viernes 3 de abril, tuvo lugar la reunión de la Mesa de Gobernanza Hídrica del Distrito Central, con la participación de técnicos, autoridades, sociedad civil y expertos en la materia. El ingeniero Luis Moncada Gross nos recordó que, desde la habilitación de la Represa Concepción en 1988, no se han construido más obras para dotar de agua a los capitalinos; sin embargo, la población sigue en aumento progresivo, razón por la cual, los racionamientos son cada vez más severos y, expuso los objetivos inmediatos para reactivar los planes para un abastecimiento equitativo y accesible a la población.

De entrada, conservar las fuentes actuales, cada vez más amenazadas, tanto por intereses económicos como por actividades irracionales que vemos y toleramos todos los años, pese a las emergencias. Es importante, garantizar la calidad de la que se distribuye, ya sea mediante tuberías o cisternas, dado que la escasez orilla a ciertos particulares a hacer negocios repartiendo agua, no siempre de las mejores fuentes. Igualmente, importante es que el organismo encargado, cuente oportunamente con suficientes insumos para atender y reparar las fugas; es frecuente, que cuando por alguna razón se rompe un tubo de gran diámetro, el SANAA no cuenta con el material necesario para reemplazarlo, o que los trabajadores de turno desconozcan la ubicación de las válvulas, solo pueden cerrarla algunos veteranos.

Reducir la demanda, es decir, sancionar el lavado de aceras -difícil en estos momentos en que la limpieza se ha vuelto obsesiva en muchos casos- riego de jardines, lavado de autos con manguera y otras prácticas que representan desperdicio de un recurso escaso. Lamentablemente, esto no se consigue de forma voluntaria o apelando a la conciencia de los ciudadanos, nuestro experto recomienda penalizar en serio a quienes sean sorprendidos en estas actividades. Reducir las fugas internas, en casi todo domicilio hay una conexión en mal estado, uno o varios empaques vencidos y otros pequeños problemas aparentemente insignificantes, pero que sumados representan miles de galones diarios desperdiciados. Tuberías muy antiguas y sistemas colapsados que es urgente reparar o renovar.

En estos años, para paliar la situación, se ha recurrido y hasta abusado de las aguas subterráneas, cuya calidad no siempre es idónea y que, también tienen vida limitada, en especial si no se cuida el entorno biótico que propicia la filtración. El único proyecto grande, a mediano plazo que hay en proyecto está a 6 años de materializarse y, depende de un préstamo del BID por 50 millones de dólares, e implica la protección de las fuentes, no tan cercanas al MDC, el aprovechamiento al máximo de los recursos disponibles y tres elementos de solución, para cumplir con el derecho humano al suministro de agua necesario y de calidad.

En primer lugar, la voluntad política para atajar este urgente aspecto, tanto del gobierno local como del nacional; recursos financieros fluidos y bien administrados, para garantizar un suministro de 2 metros cúbicos por segundo -actualmente La Concepción suministra 1.2- para atender al 20% de la población total de Honduras. Un equipo técnico de primera calidad integrado por profesionales y expertos hondureños al frente de las obras. También hay que tomar en cuenta que el proyecto tendrá que desplazar a cierto número de pobladores, lo que implica reasentamientos, que rara vez están exentos de conflictos y de vivales que terminan retrasando y encareciendo hasta lo más minuciosamente planificado. Presidente y alcalde, tienen la palabra.

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