Por: Otto Martín Wolf
La mayoría de los aficionados a la ciencia ficción creen que el primero en tocar el tema fue H. G. Wells en una novela con el título de este artículo; la verdad no es así.
El primero en hacerlo fue Enrique Gaspar y Rimbaud un español que allá por 1887 escribió una novela titulada en El Anacronópete, en la cual los protagonistas logran viajar al pasado y llegar -como nadie lo ha hecho hasta la fecha en ninguna otra obra conocida- hasta el día de la creación del Universo.
Después de Wells ha habido infinidad de relatos tanto en novelas, programas de televisión, cine y -no muy sorprendentemente- hasta existen cultos pseudocientíficos que toman como una posibilidad real viajar en el tiempo.
La teoría de la relatividad de Albert Einstein habla sobre eso, pero no en la forma en que sería deseable desde el punto de vista de aventura.
La verdad es que se ha comprobado de manera experimental que viajando a velocidades cercanas a la de la luz (que es de 300 mil Kilómetros por segundo) se obtiene una “Dilatación en el Tiempo” el cual transcurre más lentamente para los supuestos viajeros.
Para ellos el tiempo parecería fluir más despacio, envejeciendo con más lentitud respecto a los que no viajan a esa velocidad.
La palabra clave es ralentizar o sea hacer más lento el proceso de envejecimiento creando la impresión de un viaje al futuro.
Pero realmente no es así, lo que sucede es algo similar a lo que se obtendría en un proceso de hibernación o congelamiento para simplificarlo.
Uno es congelado, no envejece, mientras todo lo demás sí.
Viajar al pasado es imposible por este sistema, digamos al momento en que Colón puso su primer pie en América.
Poder hacerlo equivaldría (pura ciencia ficción) a que, a cada instante del tiempo, todo el tiempo, Colón está poniendo su pie una y otra vez, a cada segundo.
Lo mismo con todos los eventos de la humanidad y aún antes de ella -todo estaría ocurriendo una y otra vez- para que el viajero seleccione en qué momento de su tiempo decide ir al pasado y visitar cualquier era, a su gusto.
Para apoyar esa imposibilidad debo preguntar a todos los que en este momento me están odiando por no compartir ese deseo: Están naciendo e iniciando su vida todos una y otra vez, cada segundo y lo harán eternamente, al igual que todos los eventos de la historia?
Pero no se desanimen, existe una forma de viajar al pasado y con ella se puede ir hasta el comienzo de los tiempos o a cualquier otra era, como de hecho se ha venido haciendo desde hace ya bastante tiempo.
La manera de hacerlo se llama ciencia.
Arqueología, física, astronomía y otras disciplinas nos permiten visitar el pasado y conocer cómo fueron las cosas en cualquier era a nuestra elección, aunque no podamos ver en persona el momento en que Colón puso su primer pie en América.
Como comenta Sagan en su obra Cosmos, en el momento en que Champollion logró descifrar la Piedra Roseta y traducir la escritura antigua egipcia, realmente efectuó un viaje al pasado y conoció otra civilización, un mundo antiguo lleno de historia, personajes interactuando.
Usted y yo podemos hacerlo estudiando el pasado y releyendo una y otra vez, por ejemplo, el relato de cuando Colón puso su primer pie en América, eso estará ocurriendo una y otra vez, segundo a segundo -en ese texto- mientras dure la humanidad.
En cuanto el viaje al futuro usted y yo no podremos hacerlo hasta que logremos viajar a una velocidad cercana a la de la luz o seamos colocados en hibernación.
No obstante, como he dicho en otras ocasiones, todos estamos viajando en el tiempo hacia el futuro, un segundo a la vez, un día al día, un año al año.
Nota: La velocidad máxima desarrollada por el hombre hasta la fecha es de 108 mil Kilómetros por hora, una nave robótica. Las naves tripuladas que viajan a la Estación Espacial Internacional lo hacen a unos 27 mil kilómetros por hora, muy lejana a los 300 mil por segundo de la velocidad de la luz.
Por favor: no escribir sobre “Doblar el espacio tiempo”, “Velocidades Warp”, “dentro de “Agujeros de gusano” o al centro de “Agujeros Negros”, solo hablemos de ciencia comprobada y no teorías de ese tipo sí?
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