Por: Jorge Theresin Flores Callejas
Xiomara Castro de Zelaya, presidenta electa de la República de Honduras, debe con gran responsabilidad personal caminar por el camino de unidad, desarrollo y de dignidad de país, defendiendo los nuevos ideales de un partido que llega junto a una alianza y que se convertirá en el primer gobierno en Honduras encabezado por una mujer. A propia iniciativa de la presidenta electa, su gobierno se convertirá en una unidad de entendimiento, tolerancia y paz.
No podría escribir este artículo sin mencionar al excandidato del Partido Nacional quien continúa siendo un gran servidor público y que siempre le sirvió a Honduras por su convicción de ciudadano responsable. En sus propias palabras: “Que Dios la ilumine y la guíe para que en su administración haga lo mejor en beneficio de todos. Respetamos la voluntad del pueblo expresada en las urnas, porque esa es la decisión de las mayorías”. De la misma manera las palabras de Antonio Cesar Rivera: “El Congreso debería ser dirigido por alguien del Partido Libertad y Refundación, porque nosotros sacamos 48 diputados en 2013 y nos dieron la oportunidad en el Congreso”.
En el pasado antes de contar las papeletas se escuchaban acusaciones de fraude y protestas, pero esta vez no ha habido disturbios, gracias a que Asfura y Rosenthal hayan reconocido su pérdida, podemos tener una transición pacífica que nos da la oportunidad de que Castro Zelaya pueda trabajar con el respaldo de todos.
Hoy tenemos la unidad y la estabilidad política de la nación hondureña, para propiciar un desarrollo integral, equitativo sin modelos importados que dé respuesta a las demandas de una sociedad en crecimiento, pluralista y participativa.
Por lo que conozco de la presidenta electa, es una persona receptiva que, aunque su plataforma es socialista no desconoce todas las tendencias pluralistas del mundo.
Considero por su actuar y trabajo como primera dama cuando acompañaba al entonces presidente Zelaya a la ONU en Nueva York, ella se ubica políticamente por su profesionalismo y sentido común como una persona humanista y considero que su accionar, se fundamenta en el respeto a la dignidad y en el desarrollo integral de la persona humana.
El nuevo gobierno no puede crear una división de derecha o izquierda, debe reconciliar a su pueblo con inteligencia y esfuerzo como lo dice la canción que interpreta su nieta; “Por amor a nuestra patria apagaremos el dolor es momento de luchar por la reconciliación…”.
En Honduras los únicos perdedores deben ser la corrupción, el subdesarrollo y el crimen, todos queremos una República de Honduras ejemplar, por lo tanto, todos somos vencedores, si logramos iniciar con una verdadera agenda social, donde no se permitirá avanzar la miseria absoluta, sino el crecimiento de todos los factores económicos para beneficio de cada una de las familias hondureñas.
Para lograrlo, el nuevo gobierno, deberá enfrentar los grandes desafíos nacionales: corrupción, inflación, inseguridad, crimen organizado, exclusión social, la emigración masiva de los hondureños por falta de trabajo, salarios dignos, educación, medio ambiente, salud, entre otros desastres actuales de ineficiencia gubernamental.
Estoy seguro de que Xiomara Castro en su gobierno será totalmente transparente y tendrá adecuado manejo de los recursos del Estado, porque ella sueña con una Honduras mejor y quiere heredarles a sus hijos el buen nombre y un país en crecimiento.
Ella para lograrlo tendrá que dirigirnos a todos, ya que el capital más importante de un país son sus recursos humanos. Los hondureños deberemos aprender a integrarnos a un plan nacional de unidad con ideales comunes.
No será fácil, ya que estamos empezando en cuota cero, reservas agotadas, conflictos sociales no resueltos, pero bajo el liderazgo de la presidenta electa, obtendremos una democracia fortalecida que garantice un nuevo porvenir.
La comunidad internacional está observando como empezamos a caminar y evolucionar y su apoyo no faltará. Cualquier economía por débil que sea no se transforma con la ayuda internacional, ni tampoco es la ayuda internacional la que lo saca del subdesarrollo, y peor la que le dé su independencia económica y generar las condiciones necesarias para la paz social, somos nosotros los hondureños que debemos prepararnos para este mejor futuro, mucho más exigente y para lo cual se requiere la unidad nacional.
Tengo fe y seguridad que, la presidenta electa tomará el mejor camino, también tengo fe que dentro de 4 años encontraremos un nuevo o nueva líder que con el camino ya trazado nos traerá bienestar económico y paz, y con los gobiernos sucesivos triunfaremos todos y recordaremos el gobierno de Castro Zelaya como un ejemplo para nuestras honduras, cuna de raíces profundas, familiares, naturales y sagradas.
