Colorido tributo a la patria

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15 de septiembre de 2022
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10:42 pm
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Colorido tributo a la patria

La Presidenta Castro inauguró la jornada cívica en el parque central de Tegucigalpa.

Los hondureños celebraron este jueves el 201 aniversario de la independencia con un colorido desfile estudiantil, mezclado en la capital, con una marcha paralela del partido político de gobierno.

La jornada cívica ha pasado a la historia con otras novedades adicionales como el regreso de los estudiantes después de dos años de pandemia por el COVID-19, la participación de la primera mujer paracaidista en salto libre y el realce del azul turquesa -el nuevo color de la bandera nacional- en la indumentaria de los colegios y el resto de las instituciones oficiales que desfilaron.

Por primera vez, también, las fiestas patrias fueron inauguradas en la plaza central, de Tegucigalpa y no enfrente de la sede del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), sobre el bulevar Suyapa, adonde acudieron los últimos presidentes a dar el grito de independencia, en presencia de su gabinete, el alcalde de la ciudad y el cuerpo diplomático acreditado en el país.

La coincidencia de este aniversario con respecto a los anteriores, sin embargo, ha estado en el esfuerzo de 54 instituciones educativas públicas y privadas, preparándose durante tres meses para rendirle un verdadero tributo a la patria con sus diferentes expresiones artísticas y culturales a lo largo de un día caluroso con un público tremendamente solidario, que, en la capital, abarrotó la ruta del desfile y el estadio Nacional, el destino final de los participantes.

Las palillonas del Instituto Jesús Aguilar Paz entre las consentidas del público.

VIVA LA INDEPENDENCIA

Los actos cívicos comenzaron a las 6:00 de la mañana con el grito de independencia por parte de la Presidenta Xiomara Castro, en el parque central, de la capital, adonde llegó acompañada de su hijo y secretario privado, Héctor Manuel Zelaya; el canciller, Enrique Reina; el ministro de Defensa, sobrino de la mandataria, José Manuel Zelaya; el ministro de Educación, Daniel Sponda y el alcalde capitalino, Jorge Aldana.

Vestida de un traje sastre con el color azul de la bandera, la mandataria bajó de su vehículo y caminó sobre una alfombra roja pasando por enfrente de la Catedral, hasta llegar al pie de la estatua del general Francisco Morazán.

Seguidamente entonó el Himno Nacional, mientras los cadetes de la Escuela Militar Francisco Morazán, izaban el pabellón nacional.

Posteriormente, gritó a viva voz, “Viva la independencia, viva la independencia”, en el mismo momento que sonaban 21 cañonazos de salva por parte de las Fuerzas Armadas, en el Cerro Juana Laínez, en la parte sur del parque central.

Pasado estos actos, la mandataria saludó la estatua ecuestre de Morazán y después se dirigió en su vehículo al estadio Nacional, para recibir a los estudiantes que para ese entonces se alistaban en el bulevar Suyapa.

Mientras la Presidenta estuvo en la plaza central, el perímetro del casco histórico de la ciudad fue acordonado por la Policía impidiendo el paso al público que la quería saludar.

El férreo dispositivo de seguridad impidió el ingreso al vicepresidente del Congreso, Rasel Tomé y el viceministro agrario, Rafael Alegría, quienes resignados se desviaron a la marcha paralela, que a esa misma hora preparaba el coordinador de su partido, Libre, y esposo de la mandataria, el expresidente Manuel Zelaya Rosales, en el bulevar Morazán.

Para ese entonces, el estadio Nacional también abría sus puertas al público, que en familias completas se acomodaron en las graderías para presenciar el show artístico y cultural a punto de comenzar.

Los pueblos originarios fue uno de los temas destacados en el desfile.

ARRANCA LA FIESTA

El desfile comenzó a las 7:00 de la mañana con una escolta de banderas a cargo de la Academia Militar Francisco Morazán, seguido del primero de 15 bloques de institutos encabezados por el Psicopedagógico Juan Leclerc, Monterrey, Hogar Nazareth, Juan Pablo, Alfonso Guillén Zelaya, Cultura Nacional, Selem Sucot, Támara y una carroza del Infop.

Como suele suceder en los desfiles, las bellas palillonas volvieron a ser las consentidas, acompañadas de las bandas de guerra y marchando con ritmos pegajosos en medio de los aplausos del soberano. Unos colegios exaltaron a los próceres y otros llevaban carrozas alusivas al medio ambiente, danzas folclóricas y de bailes modernos.

Como a las 10 de la mañana, el desfile se detuvo por más de dos horas, luego que la marcha encabezada paralela de la Resistencia, desplazó a los estudiantes en la entrada al estadio.

Seguido de una muchedumbre que portaba una gigantesca pancarta con las iniciales FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular), que llegó a saludar a la presidenta.

Algunos de los espectadores, no les pareció, abuchearon a un grupo y le lanzaron bolsas con agua, entre otros objetos, disgustados por atrasar el desfile estudiantil.

“Mel Zelaya pasó por enfrente de su esposa, le besó la mano y se sentó a la par a esperar al resto del FNRP, el brazo político que dio vida al Partido Libre.

El FNRP se despidió del estadio con unas palillonas de la comunidad LGTBI, que con antelación había pedido a la Secretaría de Educación para participar en el desfile. Una buena parte del soberano, los censuró con rechiflas.

Los estudiantes exhibieron todo su talento en el tributo a la patria.

REDES SOCIALES

Tras el paso de la FNRP y la comunidad de la diversidad sexual, las redes sociales también estallaron, sobre todo, porque el ministro de Sedesol, José Carlos Cardona, comparó a “Mel” Zelaya con el general insigne Morazán (1792-1842), tres veces presidente de Honduras, tres de El Salvador, una de la Federación Centroamericana, una de Costa Rica y exaltado en sus versos por Rubén Darío, Martí y Neruda.

A esas alturas de la jornada, el designado presidencial, Salvador Nasralla, también denunciaba por las redes que no fue invitado a la fiesta cívica.

Al filo de las 12:00 del mediodía, los colegios reanudaron su marcha cívica, pero nuevamente debieron pararse para escuchar el mensaje a la nación de la presidenta Castro, seguido del canto del Himno Nacional a cargo de Cesia Sáenz, la famosa ganadora del reciente concurso de canto de la Academia, un programa de la televisión mexicana.

La Presidenta comenzó su discurso recordando el fusilamiento del general Morazán en San José, Costa Rica, precisamente, un 15 de septiembre de 1842 y terminó anunciando la restitución de la cátedra sobre el héroe en el sistema educativo, una iniciativa decretada por el expresidente Carlos Roberto Reina, en 1994, pero que nunca se aplicó en las escuelas, colegios y universidades del país.

El show de los paracaidistas fue uno de los mayores atractivos de la gente.

SHOW AÉREO Y EL CENTRAL

Después de la intervención de la mandataria, 40 paracaidista se encargaron de devolverle la alegría al estadio Nacional con saltos libres desde un helicóptero a siete mil metros de altura.

El subteniente, Daniela Reyes, se convirtió en la primera mujer en alcanzar esa proeza, mientras uno de sus colegas se estrelló cerca del palco presidencial y otro en una parte techada del estadio sin más daños que el susto.

El resto de los valientes paracaidistas acertó dentro de la cancha del estadio y el público los premió con aplausos.

Como parte del programa, cuadros culturales distrajeron al público junto al boxeador estadounidense de origen hondureño, Teófimo López, quien viajó desde Estados Unidos, para unirse a la fiesta cívica invitado, al igual que Cesia, por la Presidenta.

Contrario a otros años, esta vez no hubo exhibiciones de los aviones F-5, la “joya” de las Fuerzas Armadas de Honduras, aparentemente en mantenimiento, por los que el público se conformó con ver unos helicópteros que surcaron el cielo azul capitalino.

Alrededor de las 3:00 de la tarde y en la medida que un colegio salía del estadio, sus seguidores hicieron lo mismo.

Los que soportaron estoicamente toda la jornada vieron desfilar a las 5:00 de la tarde el último grupo de los colegios, entre ellos, el más famoso de todos: El Central Vicente Cáceres.

Dueño del cariño de la gente, el colegio más antiguo del país (1878) ingresó con sus ramilletes de palillonas y pomponeras, su clásica banda y sus titánicos pelotones.

En las gradas, una gigantesca pancarta gris con la leyenda blanca “centralistas”, los saludaba. Bailando canciones pegajosas, su paso por la pista olímpica marcó el fin de la jornada. (Texto: Eris Gallegos. Fotos: Amalia Rivera, Omar Banegas y Henry Carbajal).

Invitada por la Presidenta Castro, la cantante hondureña Cesia Sáenz, entonó el Himno Nacional.
El público aplaudió en todo momento la presentación de los colegios.
Las diferentes expresiones culturales adornaron el 201 aniversario de la patria.
El nuevo color de la bandera fue otro de los distintivos de la fiesta nacional.
Los estudiantes se prepararon durante tres meses para honrar a la patria en su aniversario.
El expresidente Zelaya se apresta a entrar al estadio al frente de la marcha del Partido Libre.
Las chicas del Central en un tramo del desfile rumbo al estadio Nacional.
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