“FUE el Estado” –opina otra columnista de un periódico mexicano–. “López Obrador acusa a los medios por hablar de esto con amarillismo, sensacionalismo y la intención de afectar a su gobierno, pero son treinta y nueve muertos, presidente, el último murió en el hospital, pero el resto dentro de un edificio del Estado”. Narra en su artículo que hace 14 años –(el actual mandatario era la oposición)– ocurrió una tragedia similar en Hermosillo, Sonora. AMLO así se pronunció: “¿Qué autoridad moral puede tener un presidente que ordena que se oculten hechos tan lamentables como el incendio de la Guardería ABC…?”. “Este caso –prosigue– nunca dejó de ser utilizado como arma política, tanto él como otras figuras de la entonces oposición la han utilizado para denostar a sus ‘adversarios’”. “Tristemente se repitió”. “Una tragedia con fuego y muchos muertos se repitió”. “Solo que esta vez ocurrió en un edificio federal”. “Al momento son 39 muertos, treinta y nueve, con letra, para dimensionar, para buscar la forma de entender por qué estos treinta y nueve muertos no provocaron una pausa en la agenda presidencial”. “Solo evidenció la indolencia”. “A la mañana siguiente del incendio en la estación migratoria Lerdo, en Cd. Juárez, lo primero que hizo López Obrador fue culpar a los migrantes de su propia muerte”.
“Lo dijo así –con todas sus letras– ellos provocaron el fuego”. “Le tomó apenas unos minutos hacerlo, después siguió con su agenda del día: el INE, los conservadores, la transformación”. Y sigue la periodista en su artículo citando cómo varios altos funcionarios gubernamentales se tiraban la pelota o se lavaban las manos ante lo ocurrido. Y vuelve con la pregunta que 14 años antes hacía el propio AMLO: “¿Qué autoridad moral puede tener un presidente que ordena que se oculten hechos…?”. Ahora fragmentos de la opinión de otro mexicano –“Corrupción, Azote de Migrantes”– en su columna de opinión: “La muerte de 39 extranjeros indocumentados en Ciudad Juárez –a quienes las autoridades dejaron encerrados mientras el fuego consumía la estancia provisional migratoria donde se encontraban– ha destapado una red de extorsiones en el Instituto Nacional de Migración (INM)”. “Para mi sorpresa –(da el nombre del abogado que ofreció declaraciones a una radio)– afirmó que empleados de la estancia provisional migratoria se habían acercado a él –temerosos de ser acusados de homicidio, por los sucesos de la noche de lunes– y le revelaron que la orden de mantener cerradas las rejas durante el incendio provino nada menos que del representante del INM en el Estado, el contralmirante (en retiro) quien se la comunicó vía teléfono celular a una subalterna”. “Imaginar que alguien puede dar una instrucción así resulta escalofriante y difícil de asimilar”.
“Sin embargo, la indolencia con la que actúan los servidores públicos captados en el video de la cámara de seguridad del locutorio de la estancia provisional migratoria es francamente incomprensible”. “El presidente AMLO comenzó ayer su conferencia de la manera en que debió hacerlo el martes: llamando a que se haga una investigación sobre los hechos de Ciudad Juárez y asegurando que no se va a encubrir a nadie”. “Es dudoso que el mandatario no haya conocido, antes de que se hiciera público, el video de la cámara de seguridad en la que se ve cómo agentes del INM y personal de seguridad dejan encerrados a los migrantes mientras se quema la estancia provisional migratoria”. “El secretario de Gobernación, afirmó que el video estaba en poder del gobierno federal desde la madrugada del martes”. “Entonces, ¿por qué, horas después, el mandatario llamó a ese lugar “albergue” –cosa que no es– y culpó a los propios detenidos de haber provocado su muerte?”. “Su reacción tardía no es culpa de los medios”. “Estos están obligados a hacer las preguntas que atañen al interés público, aunque el presidente las llame amarillistas”. Y el último artículo del que sacamos algunos fragmentos, “¿Y las Renuncias?”: “Ocho presuntos responsables de la hoguera en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez –todos de rango menor– rindieron declaración ministerial por su presunta responsabilidad en la tragedia que mató a 39 migrantes y dejó heridos a otros 27”. “No parece que haya la menor intención de ir más arriba en la investigación de tan terrible tragedia”. “Van tres preguntas: ¿El titular del INM, no tendrá ninguna responsabilidad en la tragedia? ¿Tampoco su jefe en la Segob, quien ayer evitó hablar sobre las destituciones y le aventó la bolita a la Fiscalía? ¿Y el que ordenó que se aceptara que México esté convertido, en los hechos, en “tercer país seguro”, sin garantizar seguridad a los migrantes, no debe dar siquiera una explicación de qué fue lo que falló?”. “Seguimos en el ayuno de información”. (¿Adivinen quién fue que hizo a México “tercer país seguro” –mete su cuchara el Sisimite– y mandó 25 mil guardias nacionales a perseguir peregrinos, cuando el inquilino anterior de la Casa Blanca amenazó su gobierno con sanciones arancelarias si no detenía de tajo la migración y aceptaba que, los que cruzasen la frontera, fueran devueltos a México a esperar la resolución sobre su solicitud de asilo? Aquí igual, como ya es costumbre de los políticos y funcionarios públicos, unos bolean y otros volean –irrumpe Winston– tirándose pelotas, capeándose la responsabilidad y echando a otros la culpa”).
