Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Cumpliste el año de estar viviendo allá en el cielo con Dios, una merecida vida eterna que supiste ganar. Te extrañamos, tu dulce presencia es muy recordada, y más ahora que vivimos un confinamiento forzado, debido a la pandemia que causa el COVID-19.
Te cuento que el jardín que tanto cuidabas está precioso y le hemos agregado otras plantas. Sé que ya lo sabes porque no dejas de vernos y estás al tanto de los vaivenes cotidianos en los que pasamos, pero no importa que te lo diga, es para entretenerte. Hasta ahora tus amigas bien, en la colonia, se respira tranquilidad y quietud, prudencia y obediencia a las normas de bioseguridad, aunque, se rumoró que había un caso contagiado pero la verdad no lo confirmaron.
Como lo has de estar viendo la política está que arde. Ahora innovaron la forma de hacer protesta, pintan en el pavimento, sendas preguntas al gobierno sobre el dinero que dicen han sustraído de los fondos destinados para la compra de hospitales móviles.
Ya imagino tu comentario al respecto: hubieses comentado y por qué no se les ocurrió pintar las calles cuando sustrajeron el montón de dinero en una carretilla en tiempos de Mel. Tranquila “Mela”, eso ya pasó. Yo percibo que la oposición al gobierno nacionalista está muy bien conducida y casi estoy seguro que reciben apoyo internacional. Siendo perspicaz me atrevo a decir que detrás de esas modalidades pacíficas nuevas hay una especie de inteligencia jesuita creándola o quizá, la suma de asesoría conectadas de la izquierda internacional que es mucho más efectiva que la dada por los asesores que tiene el gobierno. La verdad madre, es que a los nacionalistas los tienen arrinconados. Quién sabe si la vuelvan a ganar.
Pero bueno, ya no más sobre política. Me imagino que por allí todo es belleza. Ese es el premio que Dios da a los que siguen sus mandamientos doctrinarios. Eso de leer la Biblia es bueno, lo estoy haciendo, pero a veces me cuesta discernir. Estoy constante en esto y mucho me ayuda Janet. Tú sabes la disciplina y el conocimiento que ella tiene en este asunto. Ser cristiano no es fácil.
Madre linda, felicidades por tu primer año de vida eterna. Tus bisnietos creciendo llenos de buena salud y buena vida, todos y todas, están preciosos. Y los nietos todos bien, cada uno triunfando en sus ocupaciones y felices con sus esposas y esposos. Hasta ahora, la familia ha sorteado el COVID-19. Sobre esto, déjame decirte que con todo y los conflictos que estamos enfrentando, el pueblo de Honduras saldrá airoso y por una ruta nueva. Se habla ya, de que hemos entrado a una nueva era en la que, los cambios son inminentes. Ojalá sea así porque necesitamos cambios reales. Sobre todo, de adentro hacia afuera, porque por más positivos que sean los cambios en la estructura económica, sino hay cambio interno en los corazones y las conductas individuales, no vamos a lograr mejores condiciones de vida. Eso de la corrupción es cuestión de cambio interno, aunque también ayuda cambiar ciertas cosas externas, la rendición de cuentas y el control riguroso de los procesos de gasto del gobierno. Ya sé que esto es política y que tu madre bella, opinas que el cambio debe darse en las personas, sino no se va a lograr cambiar la política.
“Mela” linda, quise escribirte porque la verdad es que siempre tuvimos una relación bonita y fuiste además de madre una buena amiga y la mejor consejera. Te pido de nuevo disculpas por algunos momentos incómodos que te causé. Estoy bien. Felicidades.