El impacto causado en la economía hondureña por el paro nacional realizado el jueves, por un sector de los transportistas, oscila entre 600 y 700 millones de lempiras, indicaron dirigentes empresariales.
El prosecretario del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan José Cruz, dijo que “en lo que ahora corresponde, fácilmente se perdieron entre 600 y 700 millones de lempiras aproximadamente”.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación de Cámaras de Comercio e Industrias de Honduras (Fedecámara), Manuel Hernández, afirmó que un día promedio de paro general representa aproximadamente 1,600 millones de lempiras.
A su vez, advirtió que, debido a que la acción de los transportistas este jueves fue parcial y afectó un 40 por ciento de la actividad económica, “deberíamos estimar entonces una pérdida de unos 650 millones de lempiras”.
UNA PENA ECONÓMICA
Para el directivo del Cohep, este tipo de acciones de parte de un sector del gremio del transporte hondureño “es una pena para una economía con muchas dificultades por la pandemia planetaria y las tormentas de noviembre”.
Cruz lamentó que tras un año tan atípico, no solo por la pandemia de coronavirus que obligó a una cuarentena como medida para contener la enfermedad, sino por las dos tormentas tropicales que golpearon al país, medidas como estas dificulten la recuperación económica.
Es más preocupante aún que “en la medida que haya más obstáculos a la dinámica económica, es posible que, en lugar de ir hacia adelante, las operaciones se ralentizarán todavía más, incrementando el desempleo y, por ende, la pobreza”, lamentó el empresario.
Cruz señaló que es innegable que la totalidad de los sectores económicos han sufrido terriblemente por la pandemia y las tormentas.
Sobre la recuperación económica, consideró que “es seguro que esa aspiración no se alcanza de manera lineal porque, en el camino, hay situaciones tan lamentables, como la de hoy con el paro del transporte, que postergan los objetivos de crecimiento y la solución a los ingentes problemas de la totalidad de la sociedad hondureña”.
ANTE CRISIS
Transportistas exigen subsidios y bajas tasas
Gran parte de la dirigencia del transporte de pasajeros se sumó ayer a un paro de transporte a nivel nacional, con el fin de concretar acuerdos con el gobierno de Honduras, para lograr un alivio de deuda que les permita saldar los compromisos adquiridos.
Las tomas en Tegucigalpa se registraron en la colonia San Francisco y 21 de Febrero, en los puentes bajo el bulevar Fuerzas Armadas (FF. AA.), en la salida hacia el norte en los puentes de El Carrizal, entre otros sectores.
El paro también se realizó en San Pedro Sula, en Villanueva y La Lima, en Cortés; en San Marcos de Colón, Guasaule, Marcovia y Pespire, en Choluteca; en Comayagua, en El Progreso, en La Ceiba, Atlántida; así como en Sonaguera y Sabá, en Colón.
CONDONAR INTERESES
En las tomas a nivel nacional, los transportistas exigieron medidas para aliviar las deudas con bancos, mediante condonación de intereses o un subsidio, además del alto costo al precio de los combustibles, debido a que ante los pocos ingresos, incluso comienzan a registrar la pérdida de la flota vehicular.
El dirigente del transporte, Jorge Lanza, expresó que “lo que se debe de hacer es utilizar el dinero nuestro, que todavía hay 300 millones en el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (BANHPROVI), más otras adicionales, para poder bajar los intereses a un cinco por ciento, como lo han hecho con los ganaderos y caficultores y otros rubros más”.
“Necesitamos que alguien de algún medio pueda estar revisando sobre el mantenimiento a las unidades, para que vean el ingreso diario y de esa manera mantengan una idea firme, clara y contundente porque aquí los funcionarios son expertos para hablar y decir muchas mentiras”, dijo Lanza.
Por su parte, el transportista, Rigoberto Galo, declaró que “es un problema que venimos arrastrando hace más de un año… hemos sido pacientes mantenido varias reuniones con los comisionados y esto se tiene que resolver al más alto nivel para buscarle soluciones el problema es que no tienen voluntad”.
“Nuestra gente está perdiendo su patrimonio de 30 y 40 años, sabemos que la banca su negocio es ganar, pero abusan, nos someten tasas de intereses a su antojo y no podemos regularlo, estuvimos más de un año pidiendo y solo nos dan mentiras”, agregó Galo.