Sin olvidar la humillación

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10 de diciembre de 2021
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12:05 am
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Sin olvidar la humillación

¿Vuelven los oscuros malandrines del 80?

Por: Óscar Armando Valladares

¡Con qué habilidad cambia de actitud y conducta el camaleón de humana apariencia! Hasta poco antes de que el pueblo dictara su veredicto en las urnas de cartón, este tipo de personajes repetía las consignas políticas oficialistas y los señalamientos a la candidatura de Xiomara Castro, de estar plegada, por caso, al chavismo, sandinismo, castrismo, al comunismo, …178 años después de que Marx y Engels anunciaran su fantasmal recorrido por la vieja Europa.

Al nomás apreciarse el raudo vuelo electivo de la lideresa olanchana, el hipócrita cambia: muda de pelo a plumaje: de lobo colmilludo a paloma blanca, mensajera de paz, conciliación, de olvido y perdón. Por otro lado, la visita con los burros de trabajo de “Papi a la Orden” y el abrazo con la presidenta -que los medios elevaron a gesto heroico de hidalgo caballero-, indujo a algunos y algunas, hasta entonces “queditos” y “calladitos”, volver a la palestra con la novedad de brindar explicaciones sobre el tropiezo traumático nacionalista y exponer sus análisis sociológicos acerca del gane de la “doña”, de la “señora de Castro”, con un regusto inconforme -molesto casi- por lo acaecido “sorprendentemente”.

En fin de cuentas, ¿qué intenciones se esconden tras esto, aquello y lo demás? Comencemos por decir y deducir: que el voto amplio de castigo -dado al partido azul y, ante todo, a su círculo mandón, no tiene el carácter simplificado de borrón y cuenta nueva, como se quiere dar a entender. Además de propugnar un cambio integral, de acciones y conductas coherentes, conlleva el reclamo de que se haga justicia, de que haya reparaciones iguales a los desmanes acumulados y que el celo punitivo dé cuenta tanto de autores como de cómplices de fechorías indubitables. O, por decirlo así, para que la impunidad no apañe más al infractor, ni empañe por omisión la imagen del nuevo gobierno. ¿Ojo por ojo, acaso? ¿Revanchismo, a secas? ¡De ningún modo! Alguien debe de responder y pagar por la multimillonaria sustracción de caudales públicos con la coba de adquirir hospitales móviles, de malversado servicio; por las reiteradas violaciones a la Constitución, a la soberanía, a la reelección…

El voto de castigo extendió sus alas hasta el Congreso Nacional, con miras al desplazamiento de padres -¡qué digo!- de abuelos de la patria y consiguientemente de que una renovada asamblea vuelva por los fueros de este poder del Estado, de cuyo concurso complementario depende el logro de una sólida gobernanza y el aseguramiento de reformas y abrogaciones de leyes y reglamentos nocivos al bien social. A propósito, viene al pelo recordar -entre otros artículos- el 375 del cuerpo constitucional. Explicita que el Congreso puede decretar con el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, la incautación de todo o parte de los bienes “de quienes se hayan enriquecido al amparo de la suplantación de la soberanía popular o de la usurpación de los poderes públicos, para resarcir a la República de los perjuicios que se le hayan causado”.

De igual modo, el voto se dio para que, en 2022, ocurra un sano reemplazo de la Corte Suprema de Justicia (dominada 8 a 7 por el Partido Nacional), responsable de haber dado luz verde a la reelección y secundar la implantación de un régimen jurídico propio para las ZEDE, “con tribunales autónomos e independientes y competencia exclusiva en las mismas”, los que -según la ley orgánica de 2013- “pueden adoptar sistemas o tradiciones jurídicas de otras partes del mundo” y disponer “de jueces y magistrados nacionales o extranjeros”. Corresponderá a la nueva magistratura liquidar esa aberración, sin alegaciones dinerarias en contrario, y, si cabe, pedir cuentas por respaldar la creación de órganos jurisdiccionales de excepción.

Bienvenidos sean los reconocimientos, felicitaciones, obsequios y deseos dispensados al gobierno del próximo cuatrienio, y parabienes a los políticos que procuraron un ambiente tranquilo el día de las elecciones; ambiente que se espera cuando el CNE -superados los manoseos fraudulentos de la elección diputadil- oficialice los resultados finales, como asimismo para el 27 de enero en la ceremonia de asunción pública de la mandataria. Con el voto terminante, le fue dado el respaldo necesario para emprender el plan de gobierno presentado, atender los reclamos del ofendido y no olvidar la humillación que infundió un régimen de autoritario estilo y proceder.

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