Un perro que deambulaba en las afueras de un centro de triaje en el municipio de Guaimaca, Francisco Morazán, dio positivo de COVID-19, pero murió a causa del virus.
El médico veterinario, Eleázar Ramos, confirmó que en una prueba rápida realizada al perro, dio positivo por COVID-19, por lo que llamó a las autoridades hondureñas a tomar medidas porque estas mascotas pueden estar transmitiendo el virus de forma silenciosa, sobre todo a perros y gatos, y estos transmitiendo a los humanos así fue como lo diagnosticaron.
Ramos hizo un llamado a los hondureños para que tome medidas si tienen perros y gatos en sus casas, evitando besarlos, no darles de comer de la mano, ni dormir con ellos.
Al mismo tiempo, pide a los dueños de mascotas a no maltratarlos, no abandonarlos ni dejar de darles de comer, por una presunción de COVID-19.
De igual manera, recomienda a las autoridades sanitarias de Honduras realizar un rastreo epidemiológico en perros y gatos a nivel nacional para ver si son o no portadores de la COVID-19, y si la incidencia es significativa.
“Detectar un caso de COVID en un perro “es alarmante porque puede haber más y el problema es que no se identifica, sería un vector silencioso y eso podría estar disparando los casos” entre los hondureños, dijo Ramos.