El rumbo ideológico de América Latina está en las urnas

Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.

América Latina ha vivido en los últimos dos años una crisis económica, social y de salud, esto definitivamente marca el escenario electoral actual y venidero, pues los gobiernos serán juzgados por el buen o mal manejo en la gestión, ante la pandemia de la covid-19, un factor determinante, entre otros.

Este 2021 en especial, está determinado por comicios importantes en la región, por ejemplo, el gane de Guillermo Lasso como presidente de Ecuador, vino a fortalecer a la derecha en América Latina, representada por presidentes como Jair Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, Mario Abdo en Paraguay, Luis Lacalle Pou en Uruguay y Sebastián Piñera en Chile.

La izquierda en la región figura con Miguel Díaz Canel en Cuba, Luis Arce en Bolivia, Alberto Fernández en Argentina, Daniel Ortega en Nicaragua, Luis Manuel López obrador en México y Nicolas Maduro en Venezuela.

Aún faltan varios procesos de elecciones en noviembre de este año, como en Chile, Nicaragua y Honduras, que pueden cambiar de manera significativa el escenario o rumbo político.

Parece que los desastres económicos y sociales en algunas naciones lideradas por la derecha, desataron especialmente en América Latina, la opción que nada funcionaria mejor, que un gobierno de izquierda, que trabaje para que el Estado, como instrumento político de la sociedad, garantice que todos tengan salud, alimentos, educación, vivienda y seguridad, que al menos haga sus mejores esfuerzos para repartir las riquezas, pero ojo, todo esto es una falacia, porque del dicho al hecho, hay mucho trecho.

Pienso que los gobiernos de izquierda en la región, no han funcionado, no han logrado reducir la desigualdad social y económica, ni mejorar la calidad de vida de los más pobres, al contrario, podemos observar cómo sus líderes disfrutan de manjares exportados, mientras los que los llevaron al poder, el pueblo, viven limitados, llenos de necesidades y hambre, y con un plus más, sin poder gozar de sus libertades.

La ideología o el enfoque es la diferencia entre estos sistemas, derecha o izquierda, creo que no debemos olvidar también que las políticas son diferentes en cada país, y

funcionan de manera distinta, dependiendo la organización de su gobierno, sus leyes y sus instituciones.

Por ejemplo, en Venezuela, en donde se vive una crisis política con un régimen autoritario, pasa que entre las razones por las que los venezolanos abandonan su país, están la violación a sus derechos humanos, la violencia generalizada, el colapso de los servicios públicos y el desplome económico, y qué decir de su salario mínimo, que no ajusta ni para lo más esencial.

Yo creo que antes de que lleguemos a vivir situaciones similares, debemos echar una ojeada a la forma en que viven actualmente los países en los que se ha establecido la izquierda.

Preocupa enormemente, que, por desesperación, decepción, castigo, como quieran llamarlo, el pueblo de Honduras vote por un sistema de este tipo, ya que estos gobiernos izquierdistas y que algunos han caído más en el populismo, que otra cosa, con sus proclamas e ideologías están encaminados a tranquilizar mediante ofertas, como subsidios a la población y acostumbrarlos de esta manera a estar mamando de la teta del Estado.

Aunque el escenario en Latinoamérica muestra que lo ideológico ya no está siendo muy tomado en cuenta y ahora el elector quiere respuestas contundentes ante sus necesidades, solucionar sus problemas de desempleo, salud, educación, seguridad, corrupción, etc.

Es importante saber elegir fríamente, la pandemia ha dejado sociedades marcadamente polarizadas y agitadas, la situación precaria que vive la población en la región es insostenible y esta es una realidad que va más allá de cualquier ideología.

Las encuestas pronostican un alto grado de abstencionismo, pero esto podría cambiar el día de las elecciones, el 28 de noviembre del presente año, puede ser que las votaciones se han vuelto más un proceso emocional, que racional y eso está mal, y nos puede salir el tiro por la culata.

“Los primeros cristianos decían “Todo lo mío es tuyo”, los socialistas dicen “Todo lo tuyo es mío”, dijo el político y estadista británico, Winston Churchill”.

@Ivonnetabora, [email protected]